Desde el pasado día 1 de enero hay 1.049 vecinos en el concejo de Illas. Son 26 más de los que vivían en el municipio doce meses antes: el 1 de enero de 2020. Alberto Tirador, el alcalde de la localidad, explicó ayer que el incremento poblacional se explica por la llegada de “matrimonios de mediana edad con hijos que han comprado en Illas”. Buena parte de ellos, además, procedentes de otras localidades de la comarca.
Concretamente, este pasado año se dieron de alta en el padrón de Illas 59 nuevos vecinos que llegaron de fuera del término. Se produjeron cinco nacimientos y fallecieron ocho personas. “Los cambios de domicilio, es decir, los vecinos que se fueron a otros concejos fueron 31”.
Illas es un municipio que se ha mantenido en la línea del millar de habitantes a lo largo de las dos décadas que lleva este siglo. En el año 2000 la cifra de habitantes fue de 1.135 personas (el máximo). Desde entonces el municipio ha seguido una especie de montaña rusa aunque, en los últimos años, la subida de población se ha dado, aunque de manera discreta.
Los habitantes de Illas de hace diez años (2010) fueron 1.003. Bajar del millar supone perder dos concejales (de nueve se pasa a siete), y sólo es necesario un empleado municipal (administrativo) aparte del secretario interventor. Casi la mitad de los municipios españoles (que superan los 8.000) tienen menos de un millar de habitantes. Por tanto, cuatro mil concejos concentran sólo un 3 por ciento de la población. En 2015 los vecinos del municipio fueron 1.035 y el año pasado, 1.023.
La capital del concejo cuenta con las piscinas naturales de Sollovio y la iglesia de San Julián como atractivos principales, tras el cierre del segundo de los locales de hostelería.
