El proyecto de renovación del interior del parque del Muelle, que acaba de salir a licitación por 1,6 millones, incluye novedades sobre el plan inicial. Finalmente no será una tarima ecológica de última generación, similar a la utilizada en los pantalanes deportivos, la que proteja las raíces de los árboles. Patrimonio no vio con buenos ojos esta solución planteada por los técnicos avilesinos, y se ha recomendado instalar en el paseo longitudinal central un gran alcorque continuo sin pavimentar, relleno con corte u otro tipo de material en tonos marrones, que permita a los árboles crecer.

El plazo para presentar ofertas para la renovación del parque concluye el próximo día 28 y Patrimonio aún no ha dado su visto bueno al proyecto, si bien en medios municipales sostienen que la comunicación con el Principado ha sido constante para adaptar el proyecto definitivo a las directrices de la dirección general. La respuesta se espera en días.

El segundo cambio introducido sobre el plan inicial afecta al pavimento de la rosaleda, en la que también se plantarán nuevos rosales. Tanto este como los pequeños caminos entre parterres mantendrán su trazado sin modificación alguna y recuperarán la apariencia del pavimento de tierra apisonada original, pero recreándolo con un pavimento de hormigón continuo desactivado (hormigón árido seco) de color albero que evoque el firme de tierra. En el paseo central se utilizará un pavimento en hormigón continuo, pero sin desactivar al tratarse de un espacio longitudinal. Aunque en un principio estaba previsto un contrato aparte para la restauración de las piezas escultóricas y del quiosco de la música, finalmente esta formará parte del conjunto de la obra.

El proyecto contempla la sustitución del alumbrado público (con farolas como las ya instaladas en Emile Robin y La Muralla), la instalación de una nueva iluminación ornamental para la fuente del parque (próxima a la calle La Muralla) con posibilidad de incorporar efectos de color y de una infraestructura de suministro de energía eléctrica para la celebración de eventos.

En cuanto al arbolado, de los 18 ejemplares que presentan mayor riesgo, solo está previsto talar inicialmente dos de ellos y plantar otros cinco procedentes del vivero. El plan del Ayuntamiento es poder comenzar la obra en primavera (el plazo de ejecución es de siete meses) y empezar la licitación de la última fase, la que afecta a la plaza de Pedro Menéndez.