El año pasado comenzó sin grandes variaciones en el registro de Urgencias hospitalarias: solo en el mes de enero, y coincidiendo con el “pico” gripal, por este servicio pasaron 221 personas de media al día. En febrero, 196. Ya en marzo y con el nuevo coronavirus llamando al timbre, los números descendieron a 150, y ahí se mantuvieron relativamente estables hasta diciembre, notablemente por debajo de los registrados en 2019. La explicación de la caída de la actividad en un 30% en el servicio de Urgencias del Hospital Universitario San Agustín está relacionada con el covid-19, según los profesionales consultados: “El miedo a contagiarse en el ambiente sanitario llevó a muchos pacientes no graves a quedarse en casa o solicitar otro tipo de atención médica, y los que realmente precisaban atención urgente se desplazaron al Hospital bien de forma espontánea bien con un informe de Atención Primaria”.
En conclusión, los avilesinos hicieron en el primer año de pandemia (2020) mejor uso del servicio de Urgencias, habitualmente sobrecargado por “visitas inapropiadas” que, de acuerdo a la literatura científica, protagonizan los adultos pero también los niños que requieren atención pediátrica.
El equipo de Urgencias del San Agustín atendió a 55.210 pacientes a lo largo de 2020 frente a los 71.666 de 2019
En números totales, el equipo de Urgencias del San Agustín atendió a 55.210 pacientes a lo largo de 2020 frente a los 71.666 de 2019, lo que supone un treinta por ciento menos. Del total de enfermos que pasaron por este servicio el año pasado, 13.676 fueron derivados por profesionales de los centros de salud de Atención Primaria. En este caso también hay una variación respecto a 2019: el 22 por ciento de los pacientes que acudieron a Urgencias, bien de forma espontánea bien derivados por su doctor, fueron ingresados en alguna de las plantas de hospitalización frente al 18 por ciento de los hospitalizados un año antes. Otros 43.354 de los que fueron atendidos regresaron a sus casas con el tratamiento pertinente después de recibir atención sanitaria, siempre según los datos a los que ha tenido acceso este diario y que indican que, pese a la disminución de la actividad, el trajín fue constante con un promedio diario de 150 pacientes por día (casi 200 en 2019).
Lo que no ha variado apenas en los dos últimos años ha sido el número de intervenciones quirúrgicas urgentes, con 910 el año pasado y 1.059 en 2019, lo que da a entender que pese a la situación sanitaria actual, en el San Agustín se mantuvo la actividad orientada a casos urgentes o preferentes. Eso sí, la cirugía no preferente fue menor la realizada el año pasado que el anterior. Y es que durante meses la actividad se paralizó para dedicar todos los esfuerzos materiales y humanos a combatir al nuevo coronavirus: el año pasado se realizaron 5.060 intervenciones quirúrgicas, 2.100 menos que en 2019. De éstas, la mayoría se llevaron a cabo en horario de mañana.
En cuanto a intervenciones quirúrgicas, el área sanitaria avilesina cerró el pasado ejercicio con 2.676 personas pendientes del bisturí. En lo que afecta a consultas externas, por el complejo sanitario de Camino de Heros pasaron el año pasado 164.957, una cifra que si bien se antoja elevada no tiene nada que ver con los más de 200.000 pacientes atendidos en 2019. En este caso, el miedo a infectarse de covid también quedó patente: casi el 5 por ciento de los enfermos citados no se presentaron el día y hora de la consulta. Cabe destacar también, en cuanto a consultas externas, que el centro comenzó 2021 con algo más de nueve mil enfermos pendientes de una consulta con el especialista, 6.567 aún sin cita. Por especialidades, Oftalmología y Traumatología son las que presentan mayor lista de espera si bien los datos, este año, están desvirtuados por la irrupción del nuevo coronavirus.
En líneas generales, en el área sanitaria avilesina disminuyó toda la actividad en los circuitos limpios –los sucios es como se denomina a los utilizados por enfermos con el nuevo coronavirus–. Bajaron también los partos: en diciembre nacieron 49 bebés, que en principio habría sido engendrados en pleno confinamiento, y el año cerró con 669 niños más nacidos en Avilés.
