La asociación patronal de hostelería y turismo de Asturias (Otea) acaba de anunciar en Avilés la convocatoria de un paro el próximo martes día 16, a mediodía, como señal de protesta por la situación que atraviesa el sector, quejoso con la "dureza" de las restricciones a su actividad que viene imponiendo el Gobierno del Principado como consecuencia de la lucha contra la epidemia de coronavirus. Esta acción, abierta también a los profesionales ajenos a Otea, cuenta con el respaldo del colectivo hostelero Fuerza del Norte, que agrupa a colectivos de toda la cornisa cantábrica.
El presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida, que ha estado reunido en Avilés con directivos locales de la asociación, ha manifestado que "la hostelería no pondrá la rodilla en el suelo salvo para levantarse", dando a entender que mantiene el pulso que libra con el Principado para que se flexibilicen las restricciones de horarios y movilidad de cara a Semana Santa. En este sentido, Otea quiere escenificar el descontento del sector y lo que propone, según su presidente, es "que todos los bares, restaurantes y demás locales vinculados con el turismo en Asturias paren su actividad el próximo martes a las 12.00 horas, que los profesionales se concentren delante de los establecimientos y que se sumen a ellos clientes, comerciantes, funcionarios, representantes políticos y cuantos deseen mostrar su solidaridad con nuestras problemáticas".
"La hostelería no pondrá la rodilla en el suelo salvo para levantarse"
El mismo día 16, Hostelería de España ha convocado una concentración en Madrid, a la que acudirá una representación asturiana, coincidiendo con el primer aniversario de la declaración del estado de alarma por covid.
Álvarez Almeida ha mantenido el tono crítico con la negativa del Gobierno de Adrián Barbón a relajar las medidas que encorsetan las actividades de la hostelería y demás establecimientos turísticos. "En turismo, es fundamental moverse en escenarios de previsión y seguridad; la incertidumbre es enemiga del hotelero. La habitual incertidumbre en Asturias, de cara a la Semana Santa, era el tiempo, si llovería o haría sol. Este año, gracias al Gobierno de Barbón ya sabemos que será una Semana Santa negra, oscura y ruinosa", ha manifestado el presidente de Otea.
Siguiendo con su discurso crítico, Álvarez Almeida tildó de "sinsentido" la idea de "mantener las fronteras de Asturias cerradas e, incluso, frustrar la posibilidad de que esta Semana Santa se aprovechase para impulsar el turismo interior, algo tantas veces planteado como conveniente". El presidente de Otea reivindicó la posibilidad de dar un margen de actividad a las empresas turísticas sin comprometer la seguridad sanitaria: "Los empresarios aceptamos, como no puede ser de otro modo, la existencia de cuantas normativas sanitarias dispongan porque somos los primeros interesados en que nuestros locales sean espacios seguros, pero lo que no puede ser es que Asturias vaya a contrapelo de España".
