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Medio millar de personas de fuera de Asturias fijó residencia en Avilés en plena pandemia

Los barrios suman nuevos vecinos, con aumentos llamativos como San Cristóbal, con 58 empadronados más que en 2019

Ambiente en la calle Rivero de Avilés, ayer por la mañana. Mara Villamuza

Avilés pierde población, es una constante desde hace una década: el concejo despidió 2020 con 77.944 empadronados, una cifra inferior a la registrada en 2019 y muy alejada de los 84.202 que había en 2010. Si bien los números son poco halagüeños, el año pasado fue el elegido por muchos vecinos de otras comunidades autónomas para asentarse en la ciudad: concretamente se dieron de alta en el padrón municipal 527 personas de otras provincias, 146 más que en 2019. Esto significa que, en el año de la pandemia, fijó su población en Avilés casi un 40 por ciento más de personas llegadas de otros rincones de España. Asimismo, también ha aumentado, respecto a 2019, el número de asturianos que han decidido fijar residencia en Avilés: 971 el año pasado frente a 788 en 2019.

¿Y dónde viven los nuevos vecinos? Expertos en gestión inmobiliaria destacan que el mercado muestra síntomas de cierta recuperación en Avilés: un total de 170 propiedades cambiaron de mano en el último trimestre del año, lo que supone un 27,82 por ciento más que en la misma franja de 2019. Los nuevos compradores, apuntaron, sienten preferencia por inmuebles con espacios amplios y exteriores, luminosidad o estancias extra para teletrabajar. Y de ahí previsiblemente el aumento de población en el extrarradio o zonas semirurales de Avilés.

Algunos ejemplos. El Caliero suma a día de hoy 175 empadronados, diez más que en 2019. El Alfaraz, en Miranda, cuenta con 443 vecinos, 29 más que en el año prepandémico y San Cristóbal de Entreviñas un total de 2.093, 58 más que hace dos años. No son los únicos núcleos que han ganado población en los últimos meses: Valgranda, Vidoledo, en la parroquia de Miranda, El Montán, La Cabián, La Carrionina, La Cruz de Illas, La Folleca, La Sablera, Miranda o Piedramenuda son algunas de las zonas que han aumentado población; en algunos casos el número es pequeño, como en La Cabián, con dos vecinos más en 2019 y en otros más llamativo, caso, por ejemplo, de La Cruz de Illas, con 16 más.

Los expertos en el sector inmobiliario inciden en el interés de las familias por tener casas “con algo de verde”. Otro requisito imprescindible para muchos nuevos vecinos es “tener buena conexión a internet”, ya que la pandemia está asociada al aumento del teletrabajo en infinidad de sectores. “A la gente le gusta tener su parecela aislada pero, al mismo tiempo, saber que en coche o en autobús están a menos de quince minutos de un sitio con todo tipo de servicios”, manifiestan. Este es el caso de los barrios de Avilés. Inciden en el interés por invertir en casas abandonadas “que antes serían para un segunda residencia y ahora se plantean como la habitual”. En la ciudad también ha crecido el interés por los terrenos urbanizables en los últimos meses. El precio de la vivienda en Avilés durante el último trimestre de 2020 fue de 1.022 euros por metro cuadrado.

Pese al cambio de prioridades parejo a la pandemia y la menor pérdida de población en la ciudad, la mayoría de núcleos avilesinos está lejos de los datos registrados hace una década: en Valliniello, por ejemplo, residían 1.574 personas en el 2000, y 2020 cerró con 903 vecinos. Hay otros muchos que acumulan cifras positivas desde hace años, alentados por las nuevas construcciones que atrajeron población como, por ejemplo, Valgranda, que pasó de apenas medio centenar de vecinos a 1.039 a día de hoy o San Cristóbal, uno de los destinos de chalé más cotizados, con 2.093 residentes, casi el doble que hace diez años.

Defunciones

El crecimiento natural de la población en el municipio aún con todas es negativo: el año pasado se contabilizaron 1.038 defunciones y 338 nacimientos, de acuerdo a las cifras del padrón municipal, en el que consta que a lo largo de 2020 se dieron de baja 1.183 personas. Según las previsiones de los expertos, como avanzó este diario, la ciudad alcanzará en un lustro uno de los peores hitos de la sangría demográfica que afecta a buena parte del país y que Asturias acusa de manera especial: en Avilés, uno de cada cuatro vecinos ya peina canas; dicho de otra forma, un cuarto de la población ya ha rebasado la edad natural de jubilación. La población menor de 18 años en Avilés hasta la última actualización del INE es de 10.523, lo que representa el 13,5%. Por su parte, el grupo de edad entre 18 y 65 años aglutina a 49.194 vecinos, el 62,9% del total mientras que la población mayor de 65 años en Avilés es de 18.465, el 23,6%.

El gobierno local, entre tanto, plena políticas para captar a nuevos residentes. Y en esta línea han incluido una propuesta que opta a recibir fondos europeos. Incluye, por ejemplo, impulsar viviendas de convivencia intergeneracional en edificios de propiedad municipal; es decir, que los jóvenes compartan espacios comunes con las personas mayores que residan en el edificio.

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