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Los 12 tripulantes de una draga en reparación en Avilés denuncian vivir a bordo en "condiciones insalubres"

Los marinos son de nacionalidad ucraniana, rusa y nigeriana y varios urgen la repatriación - El sindicato ITF, en contacto con los afectados y con la propiedad del buque

El astillero avilesino en el que se está reparando la draga "Ambika 2", en una imagen de archivo.

Los doce tripulantes de una draga que se encuentra en reparación en el astillero de Avilés denuncian vivir a bordo en "condiciones insalubres". Los marinos son de nacionalidad ucraniana, rusa y nigeriana y los tripulantes de la máquinas urgen su repatriación urgente al armador, con el que está en contacto la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF).

El "Ambika 2" es una draga construida en 1986 en Yugoslavia y terminada en Bélgica. Su último propietario fue una sociedad Belga del grupo DEME, en septiembre llegó al Musel para su desguace, pero una empresa nigeriana (Prime Optimus Nigeria Limited) adquirió la propiedad y la retiró del desguace con el objeto de operar con ella en su país.

Luz Baz, inspectora de la ITF en Asturias y coordinadora nacional, estuvo ayer a bordo, siguiendo el requerimiento de inspección que algunos marinos habían hecho al sindicato ucraniano afiliado a la ITF. Pudo comprobar que, al menos hasta la fecha, el armador está pagando los salarios a la tripulación, si bien los sueldos de los cuatro marinos nigerianos están muy por debajo de las recomendaciones mínimas de la Organización Internacional del Trabajo.  Constató que "las condiciones de salud, higiene y salubridad están muy lejos de cumplir los estándares mínimos y ponen en riesgo la salud de los marinos, que no sólo trabajan en el barco, sino que viven en él".

El sistema de drenaje del buque no está operativo y, según la información trasladada al sindicato por el astillero, el armador no dio a este aspecto ninguna prioridad. Esto hace que constantemente se inunden las zonas de habitabilidad del barco, tanto los camarotes de la tripulación como la cocina del buque. Por lo tanto, tareas básicas como la higiene personal y la preparación de alimentos no pueden realizarse a bordo en condiciones de salubridad mínimas, explican desde la ITF.

Varios marinos solicitan su repatriación, no sólo por las condiciones mencionadas, sino también porque, según alegan, hay muchas deficiencias que comprometen seriamente la seguridad del barco. Sostienen que no tiene opción alguna de navegar por sus medios a destino.

La ITF está en contacto con el representante de la sociedad propietaria y operadora del buque. En vistas de las pésimas condiciones de habitabilidad que llevan padeciendo los marinos varios meses, la ITF exigió ayer al armador que los enviase a pasar la noche a un hotel de la ciudad y tres marinos quedaron de guardia. Se trabaja ahora en la repatriación de varios marinos y en garantizar que las condiciones a bordo mejoran considerablemente mientras sigue el buque en reparación.

El buque (ha cambiado recientemente de bandera, de Comoros) tendrá que ser inspeccionado antes de su salida por la Sociedad de Clasificación, el Estado de Bandera y las autoridades marítimas españolas, por lo que desde la ITF se espera que, cuando salga, el buque cumplirá los estándares de seguridad.

"La crisis del coronavirus, la falta de inspecciones y controles rigurosos a causa de ella , la impunidad que disfrutan algunos armadores y la proliferación de algunas banderas de conveniencia, ha incrementado todavía más  el riesgo de los marinos, a ser abandonados en nuestros puertos", sostienen desde la ITF.

El sindicato también intervino en la repatriación de la tripulación del buque ruso que aún sigue amarrado en el muelle de Valliniello, el "Severnaya Zemlya", que está previsto zarpe en los próximos días del puerto de Avilés rumbo a un puerto turco para su reparación, tras haber sido subastado.

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