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Gozón

Un estudio arrojará luz sobre la represión republicana del Palomo, en Gozón

La fosa situada en el vial Avilés-Luanco, que investigará el Principado, fue lugar de fusilamiento, entierro y exhumación de al menos 14 franquistas

Monolito en recuerdo de la fosa del monte Palomo, situado en la carretera entre Avilés y Luanco, en la parroquia de Ambiedes. Ricardo Solís

La Consejería de Presidencia, a través de la dirección general de Memoria Democrática, tiene previsto realizar un estudio preliminar de siete de “de las más de cuatrocientas fosas franquistas” localizadas en Asturias. Una de esas siete está en la comarca, en el monte del Palomo de Santiago de Ambiedes, en la carretera que une Avilés y Luanco. La documentación localizada por el historiador Pablo Martínez Corral en el registro civil de Avilés y en el archivo militar de Ferrol sobre El Palomo está relacionada con la represión republicana en plena guerra civil.

“El monte Palomo es una fosa bastante complicada, el 29 de agosto de 1936, las milicias avilesinas del Comité de guerra –republicanos– fusilan a unas catorce personas que son de derechas, militantes algunos de Acción católica, Acción Popular y Falange. Allí son fusilados y enterrados”, señala Martínez Corral. Algunos de esos nombres son el industrial Manuel Hurlé Turbón que fue, según la documentación, “asesinado por elementos marxistas” en el monte Palomo y enterrado después en el cementerio de La Carriona. O el empleado José García Dosal que también fue asesinado “por las hordas rojas” en el mismo espacio y trasladado después al camposanto avilesino.

Documento de la causa general de Oviedo en el que figuran tres de los “asesinados por las hordas rojas” en el Palomo. | Ricardo Solís

García Dosal, militante de Acción Popular, fue fusilado el 29 de agosto de 1936, el mismo día que el oficinista Bernardo Maribona Bango –falangista, cuyo cuerpo fue incinerado– y que el propietario José María Solís Suárez, también de Acción Popular, y muerto por “arma de fuego”, entre otros. Acción Popular fue uno de los principales activos de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), liderados por el ultracatólico José María Gil Robles.

“Los detenidos eran llevados hasta allí, sacados de la cárcel y fusilados en El Palomo, donde también se entierran. Una vez que cae el frente avilesino, 21 octubre de 1937, los franquistas se dedican a esas víctimas, las exhuman de El Palomo hasta el panteón de la Cruz y allí serían depositados esos restos”, apunta el también especialista en Memoria histórica sobre la guerra civil y la represión en la comarca avilesina.

Martínez Corral demanda “prudencia” al Principado a la hora de intervenir en una fosa “tan complicada a tenor de las fuentes recogidas” como la del monte Palomo. “O también convendría realizar un estudio más amplio”, aconseja el historiador que lanza una serie de preguntas sobre ese enterramiento: “¿Exhuman cadáveres de miembros del bando sublevado para enterrar después los cuerpos de los republicanos? ¿O las noticias que hay sobre que circulan camiones con cuerpos en dirección al Palomo van a otros lugares como Verdicio o el cabo Peñas?”. Las otras seis fosas que serán analizadas están situadas en Bimeda, Veiga del Rengos y Vuelta del Cáscaro en el puerto de Leitariegos (Cangas del Narcea); Gúa (Somiedo), el Molín de Xilu-Llandrio (Las Regueras) y El Fitu (Parres). Estos estudios preliminares se financiarán con los 187.000 euros que el Principado recibirá del fondo estatal para la recuperación de la memoria democrática.

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