Carmen Puertas es la directora del colegio público Palacio Valdés de Avilés, un centro que durante varias semanas sufrió un cierre temporal tras registrarse un brote de covid en el centro.
–¿Qué ha cambiado este año en las aulas?
–Todo. Nuestro trabajo supone potenciar un equilibrio entre la parte emocional y la parte formativa de nuestro alumnado y en este curso nos costó llegar a esa parte emocional, en un momento en el que por miedo, pérdidas o aislamiento lo necesitaban más que nunca. Hubo que renunciar a salidas didácticas, celebraciones, actividades extraescolares… que para el alumnado de estas edades es muy importante para su desarrollo emocional.
–¿Cómo se está adaptando el equipo docente a las nuevas medidas?
–Tras el momento de desconcierto en el primer confinamiento, nos hemos adaptado a la situación apoyándonos entre nosotros y aunando fuerzas. Hemos pasado de la teoría en temas digitales (clases online, nuevas aplicaciones, reuniones a distancia….) para las que estábamos formados en mayor o menor medida a la práctica más absoluta.
– ¿Y los alumnos?
–El alumnado de estas edades tiene una capacidad de adaptación asombrosa, no les oyes una queja ni por el uso de las mascarillas, ni del gel, ni las distancias…Solo llevan mal el hacer los recreos separados y no poder juntarse con sus amigos de siempre porque son de otras “aulas burbuja” o el haber tenido que hacer los grupos multinivel.
–¿Están preparados para las nuevas formas de educación vía online?
–Curiosamente, al igual que los docentes prefieren las clases presenciales, el contacto con el grupo es vital para ellos y una clase online no es lo mismo. Desde el punto de vista formativo no hay mucho problema, pero les falta la relación entre iguales.
–¿Cómo está siendo la colaboración con las familias en este proceso?
–En general, muy buena. Ha habido muchos cambios necesarios para cumplir con el Plan de Contingencia del centro y algunos suponen un trastorno importante para las familias y aún así siempre hemos sentido su apoyo y colaboración.
