El gobierno de Castrillón ha tomado buena nota del colapso circulatorio originado el pasado martes en la glorieta de Salinas, objeto de obras de asfaltado que obligaron a cortar parcialmente la circulación vial en la zona dando como resultado la formación de grandes caravanas que llegaron hasta Raíces Nuevo por la parte de Avilés y hasta La Vegona y casi la variante de la N-632 en dirección a Piedras Blancas.
El concejal de Interior, Javier González (PSOE), explicó ayer que lo ocurrido fue consecuencia de la ausencia de comunicación por parte de la empresa que realiza el asfaltado, que no avisó al Ayuntamiento de sus intenciones de intervenir en la glorieta afectando con ello al tráfico. “De haber existido esa comunicación se habrían enviado agentes de la Policía Local a regular el tráfico para minimizar las molestias; de hecho, se desplegó a una patrulla en cuanto nos enteramos de las caravanas que se habían formado”, explicó el edil. Para evitar que se repitan los atascos la empresa ha sido requerida para que comunique sus planes de obra con antelación y para que evite trabajar en la rotonda en horas punta.