La música negra envuelve este fin de semana Avilés. Esta noche, a partir de las 23.30 horas, en la pista de La Exposición de Las Meanas, tendrá lugar la segunda de las actuaciones del festival “La grapa”, de la mano de Shanna Waterstown. La cantante americana, en una conversación con LA NUEVA ESPAÑA, explica cuáles son sus orígenes musicales, en qué consistirá su espectáculo y como se siente respecto al festival.
–Usted nació en Florida, al sur de Estados Unidos, ¿cree que si hubiera nacido en otro sitio, el blues no la hubiese atrapado como lo hizo?
–Nacer en el sur de EE. UU. describe quién eres por completo. Creo que lo mío con el blues es una verdadera historia de amor, me hubiese encontrado sin importar dónde naciera.
–Desde muy joven decidió centrar su vida en todo el ámbito musical estudiando danza y teatro, pero, ¿en qué área artística se siente más usted misma?
– Todas esas áreas definen cómo me puedo llegar a sentir en cada momento, sin embargo, mi alma vibra más cuando canto. Creo que es el proceso de escribir, interpretar... es mucho más profundo. Me siento más yo cuando hago actuaciones en directo.
–He leído que escribe sus propias canciones, ¿cuándo empezó a escribir y qué le inspira para hacerlo?
–Llevo escribiendo desde que tengo 8 años, siempre hacía poemas o historias para mi familia, me salía natural, nunca lo forcé. La música vino después, a los 11 o 12 años, siempre me inspiro en mis experiencias, situaciones, gente que conozco, recuerdos...
–Su primera vez en Europa fue en París, ¿cómo llego a mudarse a este continente?
–Es una larga historia pero vine a París en su día solo de visita y de repente me vi a mí misma en una audición para uno de los cabarets de la ciudad. Nada fue planeado y me quedé en Europa porque me ofreció una gran oportunidad para que mi música siguiera creciendo.
–Ha realizado ya varias giras, ¿con qué momento se queda?
–Creo que cuando fui telonera de Maceo Parker en Francia, esa experiencia me hizo sentir que mi carrera musical y mi vida iban a algún lado.
–Hemos pasado dos años bastane malos con el Covid-19, ¿cómo le ha afectado? ¿saca alguna enseñanza de ello?
–Ha sido algo horrible para todos y aún hoy en día nos sigue limitando como músicos. Económicamente fue una catástrofe, se cancelaron muchos conciertos pero creo que también me ayudó a prestar atención a aquellas cosas de la vida a las que antes pasaba por alto, respecto a los demás y a mi misma.
–Hablando del festival, ¿ha cantado alguna vez en Asturias?, ¿Le hace ilusión Avilés?
–Nunca había cantado aquí, he oído que Avilés es un sitio muy bonito y con gran reputación. ¡Estoy feliz de poder formar parte del cartel de este verano!
–¿Qué quiere transmitir con su música y qué significa el blues para usted?
–Crear un intercambio de emociones, que se lleven mis canciones en el corazón. El blues es una forma de vida, son mis raíces, vivo en él y él vive en mí.
