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La Cámara impulsa la formación para el empleo de parados mayores de 45 años

El programa se centra en ofrecer competencias digitales y de inteligencia emocional a desempleados de larga duración y baja capacitación

Fachada del edificio de la Cámara de Comercio de Avilés. LNE

Desempleado con experiencia laboral pero escasa cualificación y mayor de 45 años. Este es el perfil escogido por la Cámara de Comercio de Avilés para desarrollar un nuevo curso de formación para el empleo, en el que la base son las competencias digitales y la inteligencia emocional, dos de las cualidades más demandadas por las empresas en la actualidad. Con casi un centenar de participantes, el índice de colocación es de un 20 por ciento cuando aún no se ha cumplido un año de su implantación.

El programa “Competencias Digitales 45+” se puso en marcha en el último trimestre del año pasado, pero ya han pasado por él cerca de un centenar de personas, y eso a pesar de las restricciones a las que obliga la lucha contra la pandemia. Y es que precisamente el impacto del covid-19 en el empleo y las dificultades de las personas de más edad para reincorporarse al mundo laboral fueron las causas que empujaron al organismo cameral a buscar una fórmula que permitiera ofertar una ayuda a quienes más lo necesitan.

La acción formativa, con apoyo del Fondo Social Europeo, dura entre 50 y 100 horas, dependiendo del nivel del grupo de alumnos, que no supera en ningún caso las 15 personas. “El perfil es muy variopinto, aunque la mayoría de las personas que acuden son parados de larga duración, con experiencia laboral, pero sin formación o con un nivel formativo bajo”, explicó Alejandro Granada, responsable del curso en la Cámara de Comercio de Avilés. “Generalmente son personas que han trabajado como teleoperadores, para aseguradoras, en la hostelería… También las hay con estudios superiores, pero son los menos”, añadió. La mayoría de los participantes son mujeres: un 60 por ciento frente a un 40.

El primer paso es cumplimentar una encuesta y una orientación individualizada para conocer el perfil de cada solicitante, su actitud y sus expectativas.

“A partir de esos datos, se valora la idoneidad del aprovechamiento de su participación en el programa y se diseñan los grupos, de tal manera que todos los inscritos tengan el mismo nivel y nadie se encuentre en desventaja con el resto de compañeros”, señaló Alejandro Granada.

La máxima de “no hay mayor trabajo que buscar trabajo” está presente en todo momento. Así que los alumnos se deben esforzar por aprender no sólo durante la formación en tecnologías de la comunicación y competencias digitales, sino también en las horas que se dedican a la inteligencia emocional: trabajo en equipo, empatía, colaboración, participación, responsabilidad….

La agencia de colocación de la propia Cámara de Comercio utiliza la base de datos de las empresas para enviarles información sobre los cursos que se realizan y además solicitarles el perfil de trabajadores que demandan. “Es verdad que en estos momentos hay ciertas dificultades en la contratación, pero aun así somos optimistas y entendemos que estas personas tendrán más facilidades al adquirir ciertos conocimientos básicos en competencias digitales y un mínimo de formación en inteligencia emocional, que es lo que demandan todas las compañías a día de hoy”, remarcó Alejandro Granada.

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