Las incógnitas se despejaron ayer para los mariscadores ligados al plan especial de explotación en el entorno de Peñas: “Hay percebe, aunque aún pequeño. Pero esto es bueno, porque de aquí a Navidad estará ya guapo”, manifestó el luanquín Abraham Mazuelas, uno de muchos perceberos que ayer se lanzaron a las rocas en el punto más septentrional de Asturias. Los de Luanco se hicieron a la mar poco después de las ocho de la mañana y con ellos estuvo LA NUEVA ESPAÑA.
Llevaban, como siempre, poco equipaje para este trabajo de riesgo a merced del Cantábrico: bistronzas –una herramienta tan antigua como el oficio que se utiliza para arrancar las piñas de percebe de las rocas– y una bolsa de red en la cintura o un saco al que iban echando los percebes, y de aproximadamente ocho kilos de capacidad, el equivalente al cupo máximo de captura diario por percebero. La llenaron a lo largo de la mañana. Así lo constató el guardacostas, que las pesó en la mar.
Luego, en tierra, y tras cumplir los trámites administrativos, eligieron rula para la venta de este sabroso marisco que no tiene ojos ni corazón: la mayoría de perceberos, las del occidente asturiano, principalmente Luarca o Puerto Vega.
Las expectativas, ayer, eran mejor que anteayer. Cosas de mariscadores. “Hay percebe en las rocas , y buen percerbe, de buen color. Igual necesitaba algo más de tiempo, pero pronto tendrá ya un tamaño considerable”, sentenció Mazuelas. Normalmente en la zona de la Erbosa trabajan en la temporada de Navidad (entonces el percebe cotiza al alza), entre Verdicio y Xagó suelen estar en verano y en Peñas en esta época. Por calmada que esté la mar, los perceberos asturianos siempre trabajan en una lucha constante contra la fuerza del mar.
Puerto de Vega, la rula por excelencia para el percebe del Occidente, está arrojando buenos precios, pese a que la mala mar no ha permitido acceder a las peñas de mejor calidad. Con todo, el día de apertura de la campaña, el pasado 1 de octubre, se logró un precio máximo de 98 euros y una media de 42 euros el kilo. Así, en las jornadas más favorables, llevarse a casa dos kilos de percebe igualaría el precio de la luz en la última semana: por encima de los 200 euros el megavatio por hora en el mercado mayorista. El segundo día de subasta se pusieron a la venta 327 kilos con un precio máximo de 82 euros y una media de 33. El tercer día de subasta se rularon 341 kilos con un precio máximo de 86 euros y una media de 35.
“Aunque las condiciones del mar no fueron muy buenas para recoger percebe de más tamaño, el precio está acompañando con una media de venta de 40 euros”, señaló el patrón mayor de la Cofradía de Puerto de Vega, Adolfo García. En la rula naviega notan, además, una buena asistencia de compradores, llegados desde diferentes puntos de Asturias, pero también de Galicia y Cantabria.
Los percebeiros se muestran optimistas aunque aún no han podido acceder a las mejores piedras para evaluar los daños de los furtivos. “Ellos trabajan con mar bueno y nosotros aún no pudimos hacer una valoración porque a esas peñas, por la mala mar, no pudimos acceder”, añadió García.
En el Occidente, entre Figueras y Cudillero, hay seis planes de explotación activos a los que están adscritos un total de 156 mariscadores.
