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Alerta industrial: las empresas preparan planes con paradas si la luz sigue al alza

Fertiberia, con fábrica en Avilés, suspende la producción en Huelva y CC OO y UGT avisan de que la fabricación se lleve para otros países

La planta de Fertiberia, en la comarca avilesina. M. Villamuza

Los costes energéticos se disparan para la industria asturiana y la decisión de Asturiana de Zinc (Azsa) de reducir la producción se interpreta como una advertencia. La inquietud ante el progresivo encarecimiento de la energía lleva a las empresas a preparar planes alternativos para minimizar su impacto. Uno de ellos es seguir el ejemplo de Azsa, pero si además siguen encareciéndose las materias primas, se podría llegar a paradas de producción y afectar al empleo, admiten en el sector y alertan las organizaciones sindicales.

Fertiberia, el mayor grupo de fertilizantes de la Unión Europea y con una planta en Avilés, acaba de anunciar la paralización total de la producción durante un mes en su planta de Palos de la Frontera (Huelva). Es la primera empresa que suspende la fabricación y no la ralentiza, como Azsa y Ferroatlántica, y también es la primera vez que se ve obligada a adoptar una medida tan drástica por el impacto del coste energético, en este caso por el elevado precio del gas natural, que es la materia prima de la planta onubense para fabricar el amoniaco. La planta de Avilés, con unos 150 empleos directos, no se ve afectada por la decisión de Fertiberia, que no incluye en sus planes paralizar la producción en sus otros centros de trabajo.

Pero la inquietud aumenta en el conjunto de la industria y muy especialmente en la comarca de Avilés, el área metropolitana con mayor densidad industrial de España y una de las de mayor concentración de multinacionales de Europa. En ella se ubican plantas híperintensivas e intensivas en consumo de electricidad, y todas ellas viven pendientes de la tarifa eléctrica por su incidencia en la competitividad y la incertidumbre que genera de cara a nuevas inversiones. Desde el sector industrial ya se ha confirmado que varias firmas han dado orden de retrasarlas y alguna incluso las han paralizado.

“Existe mucha inquietud y poca información para adoptar decisiones. La demanda todavía es débil y existe mucha volatilidad porque todavía no se ha recuperado la capacidad productiva, pero se encarecen continuamente las materias primas y los costes energéticos. Si se mantiene esta dinámica, como se prevé de cara a los próximos meses, la industria intensiva en energía, como pueden ser el vidrio y el acero, podrían empezar a rebajar producción y adaptar turnos de trabajo para reducir el impacto”, explicaron fuentes del sector industrial. Esto afectará también a la industria transformadora, en las que el impacto del coste energético es menor, pero padecen el encarecimiento de las materias primas, y no lo puede trasladar al cliente final. “En estos casos, todo dependerá de la demanda y de la evolución de los precios industriales”, añadieron las mismas fuentes.

Las organizaciones sindicales no ocultan que la preocupación va en aumento y reclaman que “se legisle para evitar la paralización de las plantas y que la producción se traslade a otros países”. José Manuel Baltar, secretario de CC OO en Avilés, alertó de que “esta situación es tan grave que puede llevar a la paralización del proceso productivo y eso provocaría una hecatombe económica. Lo que está pasando es un problema político y tienen que legislar. Alemania tira del carbón y tiene subvencionada la electricidad a las empresas. Así es muy difícil competir. No se trata de nacionalizar, pero sí de intervenir, como los gobiernos de otros países”. Abilio Álvaro Azofra, secretario general de UGT de Avilés, se expresó en términos similares y señaló que “Azsa ha dado un aviso, y Arcelor ahora se ve beneficiada porque no hay stock y la cartera de pedidos está completa. Pero cuando ya no sea así y le afecte el coste de la energía en algunos talleres, puede incluso llevarse la producción a otros países, donde obtendría más beneficios”, advirtió.

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