“Ya, por fin, en Asturias”, se presentó anoche Paco Ibáñez, sobre las tablas del teatro Palacio Valdés. Llegaba después de mucho tiempo sin pisar el Principado y para celebrar, precisamente, la jornada de su 87.º cumpleaños. El recital, de casi dos horas de duración, fue un canto al amor, a la libertad, a la dignidad, a la poesía... un símbolo de esa resistencia ante la injusticia, la violencia y el horror que ha demostrado el artista a lo largo de toda su trayectoria. “¿Dónde está la poesía?”, interpeló al público. “Se pueden escribir poemas, pero que eso adquiera el cariz de poesía es más difícil”, aseveró.
Con motivo del aniversario “100 años de Brassens”, Ibáñez reivindicó Francia “como capital del mundo de la canción”, se apoyó en los versos de Celaya para pedir que “nuestros cantares no pueden ser solo un adorno”, recordó al Ché en su “Soldadito boliviano” como hombre “que no se dejó manipular por sus ideas” y ensalzó a las mujeres “que cantan mejor que los hombres” porque “son más de verdad cantando”.
Con motivo del aniversario “100 años de Brassens”, Ibáñez reivindicó Francia “como capital del mundo de la canción”, se apoyó en los versos de Celaya para pedir que “nuestros cantares no pueden ser solo un adorno”, recordó al Ché en su “Soldadito boliviano” como hombre “que no se dejó manipular por sus ideas” y ensalzó a las mujeres “que cantan mejor que los hombres” porque “son más de verdad cantando”.
A lo largo de dos horas largas hubo tiempo de dedicarle el “Cumpleaños, feliz”, le regalaron flores, cayó confeti para festejar su aniversario y en el patio de butacas le acompañó y aplaudió María del Mar Bonet. Luego, él regaló “Luces de Jaén” junto a Josean Goicoechea. Envueltas en la voz y la música las palabras de los más grandes poetas de la lengua castellana, Paco Ibáñez también tuvo tiempo de lanzar un lamento porque “aunque hay que respetar todos los idiomas, ahora todo es en inglés”.
Se quejó de la “bajeza cultural” en estos tiempos y regresó al “Lobito bueno” y “Palabras para Julia” para enfatizar que sigue siendo un creador con mayúsculas que demuestra que bien vale la pena vivir para una canción.
Antes, el público pudo disfrutar en el escenario de Factoría Cultural de “Poesía en tiempos de pandemia…”, una charla-recital en la que Raquel Lanseros, Fernando Beltrán y Natalia Menéndez comentaron hasta qué punto la pandemia ha afectado a sus respectivos procesos creativos.
