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Finaliza la huelga en Chemastur: la firma implantará ya medidas de seguridad

“Queda mucho por hacer, esto es solo el principio”, avisa la parte social - La empresa mantiene que "no hay riesgo para la salud" y asume las reivindicaciones “por el bien de la empresa y de los trabajadores”

Protesta ante la fábrica de Asturiana de Fertilizantes, Chemastur. Mara Villamuza

Desconvocada la huelga en Asturiana de Fertilizantes (Chemastur) tras dos meses de protestas “para exigir el cumplimiento de la ley en materia de seguridad y salud laboral”. La empresa y los sindicatos han llegado a un acuerdo en el Servicio asturiano de solución extrajudicial de conflictos (Sasec) por el que la empresa se compromete a implantar un paquete de medidas de seguridad laboral, y con calendario incluido, como venían reclamando los sindicatos.

Entre esas actuaciones destaca la elaboración de un plan estratégico de vigilancia de la salud que incluye la analítica de metales pesados en los procedimientos médicos (esto ya se ha empezado a realizar). El 15 de enero, a más tardar, estará en marcha el servicio de lavandería; el 21 de diciembre se recibirán las taquillas que eligió la parte social, “tipo estándar”, y antes del 20 llegarán las máscaras con filtro motoventiladas (se organizará, además, un plan de prevención y eliminación de riesgos de fugas de polvo y gas en el plazo máximo de un trienio, comisión de seguimiento incluida).

También habrá mejoras este mismo mes en las zonas de lavaojos y se instalará un sistema de filtración de aire en las casetas recién arregladas. No solo eso, los trabajadores recibirán la prima de producción del mes de agosto “a pesar de que los parámetros por el abono de la misma no se cumplieron”.

“Llevamos dos meses en huelga y al final han tenido que acceder a todas nuestras peticiones, a los seis puntos de los 18 que planteamos en un principio. Los trabajadores de Chemastur son una piña y estamos contentos de haber llegado a un acuerdo. Que la empresa tenga en cuenta que la unidad hace la fuerza. Hasta ahora había un sindicato amarillo. Queda mucho por hacer y esto es solo el principio”, advirtió Luis Riobello, del SOMA-FITAG-UGT.

La empresa mantiene que “no existe riesgo alguno para la salud” de la plantilla y que su protección “siempre ha sido una prioridad” para la compañía pero acepta las demandas “por el bien de la empresa y en especial, el de los trabajadores”.

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