El consejero de Industria, Enrique Fernández, ha pedido a los grupos de la oposición que planean reprobarle que le digan que “han hecho para activar la palanca” y solucionar el problema de Alu Ibérica. Y lo ha dicho después de confirmar que él, como administración pública, ha sido estafado. “Al único consejero que hay que reprobar es al consejero delegado de Alcoa”, sentenció
La intervención de Fernández se ha dividido en dos partes: en la primera ha presentado una serie de datos que le han servido para concluir que “los problemas de Alu Ibérica no son los del conjunto de la industria de Asturies”.
La intervención de Fernández fue interrumpida por un trabajador de Alu Ibérica que, desde la tribuna de invitados, gritó: “Farsante”. El estallido del trabajador fue a continuación de que Fernández, retrayéndose a los noventa, asegurara que “los problemas de la planta no son nuevos”. El trabajador fue expulsado por los servicios de la Cámara.
Trabajadores
Los trabajadores de Alu Ibérica han quedado en la puerta de la Junta General del Principado. Son ellos los que iniciaron hace unos días una campaña para conseguir el apoyo de los grupos políticos a la reprobación de Fernández. Izquierda Unida fue el primero en sumarse al proyecto. Luego todos los demás. El PSOE no. Gimena Llamedo, la secretaria de Organización de la FSA-PSOE, lo que hizo fue aplaudir el trabajo llevado a cabo por el consejero que protagoniza esta mañana la sesión plenaria en la Junta.
Y el Parlamento ha llegado a este punto porque la crisis del aluminio se ha cobrado ya el futuro de 250 trabajadores de la empresa Alu Ibérica que esta mañana recogen la documentación para nombrar la comisión negociadora del expediente de regulación de empleo (ERE) que se cierne sobre ellos desde el pasado 30 de diciembre, cuando los administradores concursales de la planta aluminera soltaron la bomba: sin ingresos no pueden seguir pagando las nóminas de los trabajadores y, además, sin trabajadores es más fácil vender la fábrica a quien la esté rondando (siete, según el Ministerio de Industria; uno, según su propietario; ninguno, según sus actuales gestores).