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Los barcos asturianos en aguas europeas quieren un paraíso fiscal “a la francesa”

La asociación de armadores de caladeros comunitarios alerta de la fuga de marineros a flotas de otros países que ofrecen ventajas tributarias

Un barco palangrero de Cudillero se prepara para zarpar desde el muelle pesquero de Avilés. Miki López

La Asociación de Armadores de Palangre del Cantábrico (Arpacan), que agrupa a los armadores de los buques pesqueros menores de 100 toneladas de registro bruto con sede en Asturias que pueden pescar en caladeros comunitarios de las zonas marítimas VIII a, b y d han suscrito junto a otras seis organizaciones de armadores del Cantábrico una petición para que el Gobierno de España iguale las ventajosas condiciones fiscales que tienen los pescadores en países vecinos como Francia, tenido como un “paraíso” tributario para este colectivo. Y es que la Hacienda francesa exonera del pago en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) los primeros 60.100 euros de los salarios de los marineros, incluido el personal de mando de los barcos.

La petición, según recalcan los armadores, no trata tanto de obtener un evidente beneficio fiscal como de impedir un fenómeno que ya se constata y que complica aún mas el peliagudo asunto del relevo generacional en la flota pesquera: los profesionales prefieren enrolarse en barcos donde disfrutarán de la exención fiscal antes que en los de bandera española. La Agencia Tributaria española ha acusado recibo de la demanda pesquera y anteayer mismo promovió una reunión telemática en la que se habló de la cuestión a título de “toma de contacto”.

Arpacan está constituida en la actualidad por siete buques palangreros y sus correspondientes empresas armadoras. Otros barcos de capital asturiano que operan en puertos gallegos se sumaron también a la reivindicacion fiscal a través de las respectivas organizaciones de armadores de la comunidad vecina. En ambos casos llaman la atención sobre la paradoja de que el diferente trato fiscal entre países cuyas flotas comparten caladeros del mar Cantábrico genera agravios incluso dentro de España: “Hay armadores que tienen barcos abanderados en España y otros con bandera de Francia. Los tripulantes de los segundos, pese a trabajar para el mismo empresario que los primeros, pagan infinitamente menos al Fisco. Sobre dónde prefieren trabajar, lógicamente, pocas dudas puede haber”, explica un armador de los que propugna que la Hacienda española replique la exencion fiscal que prevé la francesa.

Francia oferta exenciones fiscales para incentivar a los profesionales de la pesca y compensar la dureza de su oficio. Invocando el principio de igualdad de las reglas del juego en el mercado, todos los armadores de la flota española de Gran Sol solicitan al Estado las mismas bonificaciones para sus plantillas. “Esa sí que sería una medida eficaz y objetiva para facilitar el relevo generacional y la incorporación de nuevos profesionales al sector”, defienden en medios pesqueros.

Los firmantes de la petición trasladada a la Secretaría de Estado de Hacienda exponen que su solicitud es una opción prevista en la legislación para los rendimientos del trabajo de residentes en España cuando estos son «efectivamente producidos en el extranjero», siempre y cuando no sean paraísos fiscales, entre otras condiciones. Y es que la flota pesquera de Gran Sol de pabellón español faena fuera de la zona económica exclusiva de España, en aguas de Escocia, Irlanda, Reino Unido y Francia.

El relevo generacional en la pesca es un “problema mayúsculo” que amenaza con “estrangular” al sector, según la queja reiterada por las organizaciones patronales. Ahora los armadores de altura tienen una doble preocupación al respecto: conseguir mano de obra que dé el relevo y evitar que la que tienen cambie de aires para obtener beneficios fiscales.

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