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Fernando Castro Cancer | Director general de Metal Structures Gonvarri Industries

“Asturias debe decidir a qué apostamos y organizarnos”

“Avilés es un polo de acero y energías renovables; necesitamos empresas de componentes electrónicos y digitalización”

Fernando Castro, en su despacho. MARA VILLAMUZA

Fernando Castro Cancer (Gijón, 1973) es el director general de Metal Structures en Gonvarri Industries desde 2011. Licenciado en Administración y Dirección de empresas y Master MBA por la IE Business School, inició su carrera profesional en la multinacional del sector Industrial Esmena en el año 2000, para posteriormente unirse al grupo Gonvarri en 2006, donde ha desempeñado distintos puestos de dirección y desarrollo de negocio a nivel Internacional. En su cargo actual lidera tres plantas productivas y las distintas líneas de negocio que abarcan sectores tan diversos como el fotovoltaico, la seguridad vial, tubos de automoción, torres de telecomunicaciones, y la reciente incorporación a la división de proyectos de invernaderos inteligentes.

–¿Qué tiene la planta asturiana de Gonvarri que la distingue de otras de su mismo grupo?

–La de Asturias es la de mayor superficie y su principal ventaja es que todos los sistemas de producción están integrados: decapado, corte, perfilado, galvanizado…Son varias plantas en una y se opera de manera integral.

–La huelga del transporte les obligó a recurrir a un expediente de regulación de empleo (ERTE). ¿Qué grado de afectación ha supuesto con sus clientes?

–La huelga supuso varios problemas. Uno fue que estábamos totalmente parados y carecíamos de información. No entendíamos bien qué pasaba con las negociaciones, e intentamos aguantar todo lo que pudimos, hasta que nos vimos abocados al expediente. A los clientes les tuvimos que explicar el problema que teníamos con las expediciones y la falta de entrada de materiales. Asturias entró muy rápido en este paro y nos ha costado salir, lo que ha supuesto problemas y complicaciones, como por ejemplo con el sector del automóvil, en el que se generan importantes daños por penalizaciones.

–El transporte por carretera paraliza la industria, pero hay otros medios. ¿Las comunicaciones siguen siendo un problema para la región?

–Sí. Estamos donde estamos, y la salida por el Huerna a la Meseta no es barata, y es cierto que tenemos dos puertos, el de Avilés y el de Gijón, que es importante, pero hay pocas líneas de contenedores. Sería muy importante para nosotros recuperar una línea marítima con Francia, porque eso nos situaría en Europa. Nosotros queremos exportar, necesitamos exportar. Todas las compañías que crecen lo hacen porque avanzan en el mercado internacional.

–El Gobierno dice que el AVE será una realidad más pronto que tarde.

–El ferrocarril nacional debería ser más competitivo. El AVE abre una buena oportunidad, pero hay que ver los costes, hasta donde llega…Todavía hay que conocer muchas condiciones.

–El encarecimiento de las materias primas es uno de los grandes problemas de la industria. ¿Cómo les está afectando?

–No nos afecta a contratos cerrados, porque somos una empresa que tratamos de hacer las cosas de forma correcta, y no jugamos con alzas y bajas de precios. Desde 2020 algunas se dispararon más del cien por ciento. A finales de 2021 parecía que iban a bajar los precios, aunque desde niveles elevadísimos, y ahora han vuelto a subir incluso por encima del pico que se había alcanzado en 2021.

–¿Por la guerra de Rusia?

–Esa zona de Europa es un gran proveedor en materias primas y otros productos. A nosotros, el precio del acero nos afecta, pero no tanto como a países del norte de Europa, donde hay más escasez y es aún más cara. Pero la materia prima es lo que más afecta al precio, además del resto de procesos: la energía, la mano de obra… Todo ello hace que perdamos competitividad.

–Y luego está el coste de la energía. Se anuncian acuerdos europeos, medidas, ayudas...

–Sí, hay fondos europeos y planes que se anuncian, pero todo va muy lento en Europa, porque hay muchos intereses según los países y es difícil. Sabemos que es complicado, pero la industria asturiana necesita ganar competitividad y el encarecimiento de las materias primas, el elevado coste energético y las dificultades logísticas nos lo ponen muy difícil. Simplemente viajar por negocios se hace eterno desde aquí.

–Los organismos nacionales e internacionales hablan de una desaceleración de la economía. ¿Cuál es la solución?

–Si el consumo se para, se para todo. Lo primero que hay que hacer es activar el consumo, lo que es muy difícil cuando todos los precios se encarecen. Y hay que hacer más para reducir el precio de la energía. Tenemos que aprender de lo que nos ocurre. Nos hemos hecho dependientes de Asia, y hay que aprovechar los fondos e inversiones para abrir industria estratégica en Europa.

–¿Qué espacios podría ocupar esta región?

–Asturias debe tener claro cuáles son los ejes que queremos potenciar y decidir a qué apostamos y organizarnos. No todos nos podemos dedicar a todo. Es importante escuchar a las empresas y los organismos públicos y que cooperemos entre todos. La colaboración, los clústeres, son fundamentales y las grandes empresas deben implicarse. Y lo harán si los proyectos son buenos y competitivos.

–La apuesta más evidente, al menos de momento, parecen ser las energías renovables.

–Serán claves y Asturias tiene una gran oportunidad. En el sector fotovoltaico, que es al que nos dedicamos nosotros, tenemos una cartera de pedidos muy importante en Europa, y en el horizonte estamos pensando en Asia y en Estados Unidos. Queremos ser líderes en ingeniería, producción y puesta en marca de instalaciones solares. La sostenibilidad ya es un concepto clave.

–¿Y cómo consigue Gonvarri internamente el ahorro energético y la sostenibilidad?

–Tenemos dos caminos muy claros relacionados con nuestro plan de sostenibilidad. La eficiencia energética, reduciendo el consumo de energía y gas. Hemos desarrollado varios planes con sistemas inteligentes y hemos conseguido una reducción de entorno al 10 por ciento. Por otro lado, la apuesta por la energía verde. En ese sentido, hemos llegado a un acuerdo de PPA para el 50% de nuestro consumo eléctrico, a un precio fijado durante 10 años. También trabajando a través de otra gran medida como es el autoconsumo, con proyectos que se están ejecutando en diferentes plantas de Gonvarri y que nos llegarán a futuro. Con estas políticas estamos consiguiendo ahorro y precios de energía más estables.

–Se va a abrir un gran espacio en el suelo liberado de las antiguas baterías de coque. ¿Qué tipo de empresas se tendrían que instalar en él?

–Hay que decidir en qué queremos crecer y qué tipo de empresas queremos atraer. Si somos un polo de acero y energías renovables, necesitamos empresas que nos ayuden a ir más allá y dar servicios: componentes electrónicos, semiconductores, chips, digitalización. A nosotros nos interesan las start-ups, porque queremos que nos ayuden a buscar nuevas ideas y aportar valor añadido. Precisamente uno de los ejes de nuestro centro de I+D+i es identificar y conocer startups, con sus ideas, propuestas y líneas de negocios y apoyarlas. La innovación es fundamental y la competitividad también pasa por tener nuevos productos y servicios.

–Ese es el objetivo del conocido como “modelo Avilés”.

–Hay que potenciar mucho más el “modelo Avilés” y trabajar en proyectos conjuntos en lugar de ser tan individualistas. Posiblemente ahora no le estemos dedicando mucho tiempo porque llevamos dos años afrontando una realidad complicada para todos, pero es necesario trabajar en ello cuanto antes.

–Usted habla muy a menudo de la necesidad de impulsar la formación y captar y retener talento.

–Nosotros estamos trabajando de la mano con la Universidad, a través de acuerdos de colaboración y participación en foros, como el pasado jueves en la Escuela Politécnica de Gijón para hablar sobre el papel de Asturias y la fotovoltaica en la Agenda 2030. Todo ello con el fin de explicar a qué nos dedicamos, cuáles son nuestras líneas de negocio, las oportunidades que vemos. No tiene que haber miedo a contar las cosas. También colaboramos con los centros de Formación Profesional, a través de acuerdos de prácticas, visitas con los alumnos y tutores. Hay que potenciar la FP, porque nos cuesta encontrar profesionales cualificados como soldadores, caldereros, electromecánicos, mecanizado… y los necesitamos.

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