Ana Pérez Valdés está buscando nuevas definiciones para la moda. La exposición “Écrans” (pantallas, en francés) certifica esta aventura en la que se metió hace años y que no tardando mucho concluirá en forma de tesis doctoral, y es que Ana Pérez Valdés es doctoranda en Bellas Artes de la Universidad de Vigo. “Estudio en el campus de Pontevedra la relación de la moda con el cine”, cuenta mientras recorre con el periodista la muestra que cuelga desde ayer y hasta el próximo día 27 de mayo en la Factoría Cultural de Avilés.
La artista tinetense fue seleccionada en la Muestra de Artes Plásticas del Principado de Asturias en 2018 y la primavera pasada expuso esta misma “Écrans” en la sala Borrón, en Oviedo. “Son dos sitios bien diferentes: parecen dos exposiciones distintas”, comenta la creadora. Suma un ensayo audiovisual con varias instalaciones a mitad de camino entre la escultura y la pintura y hasta un libro de artista de título más que misterioso: “Atlas Phantasma”.
“Mi relación con la moda es de toda la vida”, apunta señalando un disfraz infantil colgado en la pared. “Lo hizo mi abuela, que era modista”, confiesa. Así que primero fue la moda y, después, el cine. Y desde finales de 2017, la muestra que luce en Avilés ahora. La abuela se llamaba Aurora Gayo. “Su trabajo también lo hace mi madre, Ana Valdés, y también yo”, relata. A esta relación la califica la artista de “blindaje femenino”.
Todo esto explica que en la muestra que se inauguró ayer las películas de Hollywood se mezclen con los pespuntes que delinean un patrón o que un pliegue de una túnica a la manera de una escultura romana conviva con un código QR hecho con punto de cruz “que funciona”, aclara. De hecho, redirige al blog de la artista asturiana.
La muestra está comisariada por María Castellanos. Ella fue la que explicó en el catálogo de “Écrans” que las obras de Ana Pérez Valdés se centran en “un cuerpo híbrido, muchas veces latente” que, según la comisaria de la exposición, se puede “vislumbrar a través de prendas, esculturas y ensayos audiovisuales donde formas antropomórficas y cuerpos fantasmagóricos construyen su obra”. Y añade: “Las piezas de Ana nos transportan a un lugar de reflexión que nos remite a la fragilidad de lo cotidiano, unos trabajos introspectivos, personales y autobiográficos”.
