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Avilés forma a los cirujanos del “fierro”

La Escuela de Arte investiga cómo restaurar piezas metálicas sin alterar sus pinturas originales: “Es un campo desconocido”

Jimena Gutiérrez y Nicolás Pevida preparan las sustancias con las que tratarían posteriormente la superficie de la pieza metálica que tienen a sus espaldas. | Mara Villamuza

A diferencia de otros materiales como los textiles, la piedra o la madera, cuya restauración se hace con técnicas especialmente cuidadosas con las superficies y las policromías originales, el hierro nunca ha sido considerado lo suficientemente “noble” como para dedicarle mimos en los procesos de conservación. “Lo habitual es quitar el óxido con métodos abrasivos y proteger con pintura”, comenta la profesora de Conservación y Restauración de Metales la Escuela Superior de Arte de Asturias –con sede en Avilés– Alma Barberena.

Pero, ¿y qué pasa con las pinturas antiguas cuando se aborda la restauración con métodos que con tal de arrancar el óxido “pelan” el metal hasta dejarlo pulido? “Pues pasa que las pinturas se pierden”, reseña la profesora, que añade al respecto: “En determinadas piezas sin valor patrimonial podría ser razonable actuar de ese modo, ¿pero y si lo que tenemos entre manos es una antigua máquina de ferrocarril o un elemento catalogado como bien de interés cultural?”

La restauración de elementos metálicos con técnicas respetuosas con las policromías originales presenta la dificultad de que hay poco conocimiento al respecto, pues se trata de una especialidad poco estudiada precisamente por ser raramente practicada: “Sí que es cierto que se interviene con respeto a la pintura original en piezas arqueológicas o de orfebrería, pero no es lo habitual en patrimonio industrial”, apunta Barberena.

La Escuela Superior de Arte de Asturias se ha propuesto suplir ese vacío de conocimiento con unas investigaciones que llevan a cabo los alumnos de Restauración. Lo hacen probando geles y emulsiones quelantes capaces de “secuestrar” las partículas de óxido sin afectar a las pinturas, como ayer aprendieron Nicolás Pevida y Jimena Gutiérrez en una de las piezas provenientes de Ensidesa que decora el paseo de la ría y está afectada por la acción del óxido. Con este aprendizaje aspiran a convertirse en cirujanos del “fierro”.

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