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La biomasa de bocarte multiplica por 10 la cifra que garantiza el futuro de la especie

La última campaña científica concluye que más de la mitad del stock tiene un año de vida, lo que hace prever una gran costera en 2023

Descarga de cajas de bocarte en la rula de Avilés Mara Villamuza

La campaña científica anual (Bioman) que evalúa el estado del stock del bocarte en aguas del mar Cantábrico estima para este 2022 una biomasa provisional de ejemplares adultos de unas 230.000 toneladas, cifra diez veces por encima del valor mínimo que garantiza, a juicio de los expertos, la sostenibilidad de la especie (21.000 toneladas).

La evaluación de este importante recurso pesquero la lidera todos los años el centro tecnológico vasco AZTI, que ayer presentó los datos de la última campaña de esta especie, que durante la costera de 2021 supuso el desembarco en las rulas asturianas (fundamentalmente Gijón y Avilés) de 9.752,47 toneladas, con un precio medio en lonja de 2,01 euros el kilo. El valor comercial del bocarte comercializado en Asturias equivalió el año pasado al 24 por ciento del total de la pesca vendida en Asturias; es decir, uno de cada cuatro euros ingresado por las rulas de la región fueron gracias al bocarte.

“Los resultados confirman el buen estado del stock de la especie. Una excelente noticia que pone en valor la apuesta que durante años venimos haciendo por la sostenibilidad medioambiental y del sector pesquero”, subrayó Bittor Oroz, viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno vasco.

El director general de AZTI, Rogelio Pozo, destacó también la tendencia positiva de los resultados de estas campañas durante los últimos años y se mostró optimista de cara a la costera del año que viene. “Del total de individuos de la población, el 55% de los ejemplares es de un año de edad, una cifra medio-alta que está por encima de la media de la serie histórica y que parece pronosticar que la costera de 2023 pueda tener también resultados positivos”, afirmó.

La campaña se llevó a cabo durante el mes de mayo a bordo de los buques oceanográficos "Emma Bardán" y "Vizconde de Eza" de la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y con posterior análisis de las muestras en los laboratorios de AZTI.

A finales de año se obtendrá la estimación definitiva de la biomasa de anchoa a partir del análisis conjunto de los datos recabados no solo de "Bioman 2022", sino también de las campañas "Pelgas 2022", "Juvena 2022" y las capturas de la presente costera.

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