La modificación del Plan Urbano de Avilés para el futuro desarrollo urbanístico de los terrenos de Baterías, un trámite que el gobierno local (PSOE) había anunciado inicialmente para agosto, se tratará finalmente –al quinto intento– en un Pleno extraordinario a celebrar este jueves, previa reunión el miércoles de la comisión informativa de Urbanismo.

Además de la modificación del Plan Urbano en los términos que demanda Sepides –la agencia estatal que gestiona el desmantelamiento de la coquería para el aprovechamiento posterior del suelo con nuevos usos industriales–, también irá a Pleno el convenio regulador de la cesión del gasómetro que los socialistas se comprometieron a indultar.

La propuesta definitiva de modificación del Plan Urbano, con todo su articulado y planos, llegó al Ayuntamiento el 11 de octubre, y habría sido posible llevarla a aprobación al Pleno ordinario de ese mes si no fuese por el convenio regulador de la cesión del gasómetro como equipamiento público, cuya redacción se dilató hasta mediados de este mes de noviembre debido a "flecos" que tardaron en atarse. Son muchos los informes que se tuvieron que encargar para cerrar este asunto –el urbanístico y el del gasómetro–, según ha venido justificando el PSOE.

Según lo que ha trascendido en este tiempo, Avilés recibirá el gasómetro gratis y limpio una vez que Sepides culmine el desmantelamiento del resto de las instalaciones que conforman las baterías de coque de la antigua Ensidesa. El gran depósito, icono de la gran industrialización avilesina de mediados del siglo XX, pasará a ser propiedad del Ayuntamiento mediante una cesión con la que el gobierno local da por cumplido su compromiso de incorporar ese elemento al patrimonio industrial de la ciudad, aunque su uso futuro sigue pendiente de definir.