El pregonero de El Bollo anima a la multitud: "Hay que ponerse el mundo por montera"

El productor José Velasco rememora su infancia en la villa: «Proclamo a los cuatro vientos que soy de Avilés, me ha hecho lo que soy» - Monteserín destaca el "espíritu de unidad, colaboración y concordia" de las fiestas junto a la Alcaldesa de la ciudad hermana de San Agustín

Amaya P. Gión

Amaya P. Gión

El domingo de Resurrección es en Avilés el día de El Bollo, la celebración de la concordia y la primavera, de la asturianía y la tradición. Y el Bollo de 2023, el de la normalidad real, se horneó con una multitud entregada bajo el sol. El productor audiovisual José Velasco inauguró la celebración con un pregón tejido de nostalgia y recuerdos, pero también con mensaje: "Hay que ponerse el mundo por montera". No fue una metáfora, acto seguido se enfundó la prenda tradicional asturiana y realizó un "brindis al optimismo, a la aventura y al emprendimiento: porque lo que te hace convertirte en alguien no es donde naces, o en qué circunstancias, sino lo que haces con eso que te dan al nacer, ya sea en Corea o en Avilés".

Velasco, elegido por la organización de los festejos para pregonar El Bollo en su 130.º aniversario, fue uno de tantos que en la década de 1960 recaló con su familia en la ciudad de la floreciente Ensidesa, la elegida para abrir comercios de electrodomésticos (Establecimientos Velasco" y "Muebles Velasco"). Aquel "Avilés" era para el niño José Velasco "como una Nueva York en miniatura en Asturias, una pequeña manzana de diversidad" que tenía a pocos kilómetros hasta el "Miami Beach" de Salinas.

Sobre un escenario de la Plaza de España que más bien parecía un invernadero, Velasco se vio de nuevo a altas horas de la madrugada en la confitería de la abuela de su "querido Galé", donde la pandilla desayunaba "con clandestinidad y con nocturnidad los bollos de Pascua" cuando todos los bares ya habían echado el candado.

"Creo soy quien soy, porque Avilés me ha hecho lo que soy. No toda la vida he sido de Avilés, pero soy de Avilés de toda la vida. Porque como decía el único filósofo con boina que conocí: ‘no yes de donde naces, yes de dónde paces’", pronunció. Aseguró que el periodo de su infancia que pasó en Avilés marcó su vida: "Por eso soy como soy, y por eso, soy y seré siempre de Avilés. Se es, de donde el alma despierta a la existencia, y se alimenta de las primeras vivencias, emociones y experiencias. Se es, de donde se aprende a devorar la hierba de la vida a bocados, durante esos años en los que se conforma para siempre una forma de ser, la tuya", abundó Velasco.

Recordó también la llegada de Ensidesa y el Avilés en el que varias décadas después aterrizaría Brad Pitt. Por aquello de su relación con el cine, le pidieron que le acompañara a dar una vuelta para enseñarle algunos sitios. En un paseo de diez minutos les pararon unas veinte veces. "Me comentaba él después, que no se imaginaba que le iba a conocer todo el mundo. Yo le dije, medio en broma medio en serio, que no era por él, que Avilés era así, que cuando iba con mi padre por la calle de La Cámara de pequeño, nos paraban incluso más veces. Porque en Avilés todos somos famosos Todos nos conocemos. En Avilés la soledad se vive en compañía, y las fiestas en multitud", defendió el pregonero de este año de El Bollo.

La alcaldesa Mariví Monteserín destacó en su intervención el "espíritu de colaboración y concordia" de las fiestas y dio la bienvenida a la regidora de la ciudad hermana de San Agustín de La Florida, Nancy Sikes-Kline, que se mostró entusiasmada con la ciudad y la fiesta.

Ambientazo en Avilés para inaugurar la fiesta de El Bollo

A. P. G.

"José Velasco es un gran representante de Avilés. Su historia está ligada a las dos señas de identidad de nuestra ciudad: la industria y la cultura", resumió la Alcaldesa, quien animó a los presentes a "disfrutar al máximo de estas jornadas de fiesta, en armonía y concordia, compartiendo Bollo, vino y comida en la calle".

El himno de Asturias y la tradicional suelta de palomas dieron el pistoletazo de salida al primer desfile de El Bollo, con el periodista Giuseppe Montoto como maestro de ceremonias. Fueron casi dos horas de tradición y colorido que tuvieron como colofón la carroza de la xana Lucía Santiago, la xanina Chloé Álvarez Fernández, y sus damas de honor. Las reinas de la fiesta llegaron al Parche «muy nerviosas». «Estoy deseando subirme a la carroza y lanzar caramelos a los más pequeños, es lo que más ilusión me hace», destacó la Xana.

Diez carrozas, cuatro bandas de gaitas, cinco charangas y fanfarrias, nueve grupos folclóricos y cuatro grupos de gaitas, además de la Banda de Música de Avilés y «Batucada Perkusiona», animaron una mañana casi veraniega que hizo la delicia de vecinos y visitantes. «Esto es maravilloso, lo que más me ha sorprendido es ver a tantos niños con los trajes regionales», destacó la abulense Inma Hernández, peregrina que se encontró de lleno con el desfile en su caminar a Santiago junto a Alerto Resina y Yolanda González.

No faltaron a su cita los carros del país que simbolizan los inicios de la fiesta de finales del XIX. Pero hubo novedades, como el Carro de las Gallinas que estrenó el salense José Luis Ondina o el nuevo xarré de José Luis Arrojo. El que tenía más de 130 años, el que traía Avilés, sufrió hace días un pequeño incidente.

Avilés fue una auténtica fiesta. Las calles se llenaron desde el Carbayedo hasta la meta del desfile, en el entorno de Las Meanas. Familias enteras, amigos, avilesinos y turistas compartieron la tradición con la que Avilés da la bienvenida a la primavera. El vermú fue apoteósico en el casco histórico, con las terrazas hasta la bandera. Ya avanzada la tarde, la música volvió a El Parche y la Casa de Cultura, con los conciertos de Anabel Santiago, José Manuel Tejedor y el Certamen Coral de Habaneras. Al filo de la medianoche comenzó el montaje de la mesa kilométrica en la que está previsto reunir hoy 15.000 comensales.

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