Papá Noel "pierde la cabeza" por Navidad en Avilés

El conocido personaje que decoraba una vivienda ubicada en la calle Palacio Valdés fue vandalizado: "Apareció tirado en la calle"

Sara Suárez posa con parte de la decoración navideña que ha sido vandalizada en los últimos días. | Ricardo Solís

Sara Suárez posa con parte de la decoración navideña que ha sido vandalizada en los últimos días. | Ricardo Solís / L. Landázuri

Lorena Landázuri

Lorena Landázuri

Cada vez son más los vecinos que se animan a engalanar su casas por Navidad, hasta convertirlas en escenarios propios de una película americana. Viviendas a las que no les falta detalle, con renos, árboles navideños, muñecos de nieve y el imprescindible Papá Noel.

Sin embargo, este conocido personaje procedente de la gélida Laponia ha recibido un más que frío recibimiento en Avilés. Concretamente la figura que decoraba la casa de los Suárez Suárez, que ha acabado sin cabeza víctima de "algún gracioso", cuentan los afectados.

A través de Facebook, dieron a conocer el incidente que había sufrido su decoración navideña. Una publicación en la que desgranaba n con todo detalle los daños que habían sufrido Santa Claus y un muñeco de nieve. "Papá Noel ha sido decapitado y el muñeco de nieve arrancado de su sitio, aunque, gracias a un vecino, lo hemos recuperado, ya que apareció tirado una calle más abajo y amablemente lo recogió y me lo trajo a casa", reza el mensaje publicado en la red social.

Afortunadamente para los Suárez Suárez, esta es la primera vez que su decoración es vandalizada. "Aprovecharon y lo hicieron por la noche. Al día siguiente me asomé a la ventana y vi que faltaba una cabeza", cuenta Sara Suárez, hija de la familia.

A pesar de este incidente, los Suárez Suárez son de alguna forma, los encargados de llevar la Navidad al barrio. "A los vecinos les encanta pasar y ver la casa decorada. De hecho, cuando tardamos un poco empiezan a preguntarnos y hay algunos que también se están animando a decorar sus casas", cuenta Suárez.

Una forma de hacer barrio y contagiar el espíritu navideño a los "Grinch" que deambulen por la zona. Tradición que, aseguran, "mantendremos le pese a quien le pese", cuenta.

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