Ana María Coto Montes | Bióloga celular, hablará hoy en Avilés de la «medicina del deseo»

"La actividad cerebral consume energía, por eso pensar cansa"

"El cerebro de los niños es muy maleable, por eso es la edad idónea para estimularlo"

Ana María Coto Montes.

Ana María Coto Montes. / Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Las jornadas de cine y bioética que organiza el comité comarcal de ética en la atención sanitaria tratan esta tarde (18.00 horas, en el Centro de Servicios Universitarios de Avilés) la cuestión de la llamada "medicina del deseo". Como es costumbre, una película será la excusa para introducir el tema a tratar, en esta ocasión "Sin límites" (2011). El filme es un thriller de acción cuyo protagonista es un escritor fracasado cuya vida se transforma al consumir una droga experimental que le permite usar el 100% de su capacidad cerebral. Como ponente invitada acude la catedrática de Biología Celular Ana María Coto Montes, que avanza contenidos de la charla en esta entrevista.

–¿Qué hay de cierto en eso de que no usamos el 100% de nuestra capacidad cerebral?

–La película cifra el porcentaje usado en un 20%, pero tal aseveración carece de rigor científico. Realmente usamos todas las partes del cerebro y sabemos, además, para qué sirven. Otra cosa es que con la debida estimulación externa, y en especial a edades tempranas, se puede mejorar el rendimiento.

–¿Cómo se debe hacer esa estimulación?

–Hay muchas formas, pero todas requieren de presencia cercana, de animar a hacer cosas –puede ser con técnicas de juegos–, que el ambiente sea distendido, con pausas para el descanso y que nunca falte el afecto. Existen profesionales especialistas que lo podrían explicar mejor que yo.

–¿El profesorado de las primeras etapas educativas es actor importante en esta estimulación?

–Sin ninguna duda porque los cerebros de los niños pequeños son extremadamente maleables. Es la mejor edad para estimular el cerebro.

–¿Y en la edad adulta?

–Ahí se trata más bien de mantener las capacidades. Me decepciona la expresión "ya soy mayor, ahora para qué..." Que no se convierta en algo estresante, que sean temas de nuestro agrado, pero nunca debemos dejar de hacer trabajar el cerebro.

–¿Existen sustancias que mejoran el rendimiento cerebral como plantea la película propuesta para introducir su conferencia?

–Las más conocidas no mejoran realmente el rendimiento sino que alargan la vigilia. Hay que tener cuidado con esto por sus posibles contraindicaciones y porque pueden generar adicción. Y, por otra parte, al estar más tiempo sin dormir nuestra concentración se reduce.

–Entonces, ¿no hay una superpastilla que nos convierta de golpe en genios?

–He pensado mucho en esa quimera y concluyo que no puede ser porque si tuviésemos esa capacidad de concentración máxima, al nivel de la clarividencia, necesitaríamos gastar mucha energía para mantener activo el mecanismo neuronal y quedaríamos físicamente exhaustos. Podría decirse que pensar es cansado, como bien sabe cualquiera que esté sometido en algún momento a un esfuerzo intelectual prolongado.

–¿Qué es la medicina del deseo? Defínala, por favor.

–El uso de la medicina para satisfacer deseos, que no necesidades. Un ejemplo obvio son los retoques estéticos.

–¿Existen objeciones éticas a ese tipo de medicina?

–Si la iniciativa de recibirla parte del propio individuo y la practica un profesional acreditado no habría razón ética alguna para cuestionarla. Pero sí que hay un conflicto ético: ¿debe la medicina satisfacer deseos cuando existen tantas necesidades desatendidas?

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