Entrevista | Rosa María Sainz Directora del IUOPA de la Universidad de Oviedo

"A las mujeres nos falta un punto de competitividad que tiene el hombre"

"Desde el año 2008 la cifra es la misma: las mujeres solo ocupamos un 25% de puestos de responsabilidad a nivel académico y científico"

Rosa María Sainz

Rosa María Sainz / Miki López

Myriam Mancisidor

Rosa María Sainz, directora del Instituto Universitario de Oncología del Principado de Asturias (IUOPA) pronunció la conferencia "ConCiencia de Mujer: reflexiones y retos de una mujer científica del siglo XXI" en el Centro de Servicios Universitarios que dirige Luz Mar González Arias.

–Mujer y científica...

–Me dedico a la ciencia pero, a veces, me detengo y pienso: ¡ostras, soy mujer! De ahí el verbalizar en voz alta y ante el público sobre cosas que parece que ya están finalizadas, como las diferencias de género en los cargos de responsabilidad en la ciudad, pero que en realidad siguen ahí. Cuando uno se dedica como me dedico yo a la ciencia nos gusta tenerlo todo en números y hay claramente un techo, que es una cifra que indica que las mujeres solo ocupamos un 25 por ciento de puestos de responsabilidad en el ámbito académico y científico. Obviamente no estamos como a principios del siglo veinte pero sí es cierto que desde el año 2008 hasta 2022 la cifra se mantiene en ese 25 por ciento horroroso.

–¿Y por qué no hemos progresado desde entonces?

–Esa es otra reflexión que hago. Nos responsabilizo un poco a las propias mujeres: creo que hay una serie de prejuicios que tenemos las propias mujeres como, por ejemplo, que es imposible tener una vida familiar y dedicarnos a una carrera científica, cuando eso no es cierto, y creo que hay también una serie de perjuicios sociales. Socialmente se piensa que la mujer está menos preparada para el liderazgo, o tiene menos capacidad, y tampoco es cierto. Yo pongo como ejemplo a Amancio Ortega: cuando dejó su empresa en manos de su hija hubo una revolución mediática cuestionando si la chica iba a ser capaz de mantener el imperio de su padre. Todavía ayer leí que fue el año que más creció esa empresa. Entonces hay perjuicios propios de la mujer y otra serie de prejuicios sociales: a nivel social se nos da menos credibilidad cuando tomamos el liderazgo de las cosas.

"Creo que hay una serie de prejuicios que tenemos las propias mujeres como, por ejemplo, que es imposible tener una vida familiar y dedicarnos a una carrera científica, cuando eso no es cierto, y creo que hay también una serie de perjuicios sociales"

Rosa María Sainz

— Directora del IUOPA

–¿Las niña, adolescentes, jóvenes que vienen detrás también ven así las cosas?

–Voy a ser sincera. Llevo desde 2005 reincorporada a la Universidad de Oviedo dando clases y en los últimos años he visto un retroceso en mujeres y hombres, un retroceso que no sé si está avalado por determinados comportamientos políticos, pero hay un retroceso claro. Creí que mi generación iba a educar en igualdad, competitividad y liderazgo y sigo sorprendiéndome de que no está siendo tan fácil.

–¿Entonces?

–El talento es el mismo, la capacidad es la misma pero a las mujeres nos falta un punto de competitividad que el hombre tiene. Yo tengo un aula y tengo alumnos hombres y mujeres talentosos, pero cuando pido un voluntario para liderar un trabajo casi siempre son ellos los que dan ese paso adelante.

–¿La paridad favorece a las mujeres?

–Sí. Esta es una larga discusión... Como persona del ámbito científico y académico lo primero que tengo en cuenta es el mérito, el meritaje, pero favorecer las cuotas y forzar a la paridad nos favorece y nos ayuda un poquito, nos da visibilidad. Todavía se ven fotos en los periódicos con mucho "machirulo", con perdón, en foros de empresa, foros económicos, industriales donde no hay mujeres… Entonces sí, todavía es necesario, desgraciadamente. Espero poder decir en algún momento que no es necesario. Yo esperaba que en mis años de carrera académica empezara a ver un aula completamente diferente. Obviamente, en mi entorno hay muchas mujeres que tienen capacidad de liderazgo, pero hay otras muchas que no.

–¿Hay que apostar por la educación en igualdad desde las guarderías?

–Yo soy de Avilés. Estudié en colegio e instituto público y reivindico que el secreto para coger este ascensor social y ocupar puestos de responsabilidad está en una buena educación, y la educación pública nos iguala a todos. No hace falta ser hijos de catedrático para llegar a algo.

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