El Quirinal, escuela de fotografía

Juan Zaratiegui tiene 11 años y ojo para la fotografía. Vio un charco en el patio de su colegio, El Quirinal, y captó el reflejo con su teléfono móvil. "Quería ‘coger’ la gota, acababa de llover y creo que la foto quedó bien", señala el pequeño, uno de los participantes en una actividad extraescolar dedicada a la fotografía que se imparte en este centro educativo. Los participantes en este cursillo presentaron ayer una muestra de las instantáneas que tomaron como parte de las actividades culturales de la Semana cultural que desarrolla el centro estos días. A Gonzalo García, de seis años, le gustan los "reflejos" y a María García, de "seis años y medio", le dio por retratar a un "Pikachu" sobre un tablero de ajedrez y "a un caracol que está en un cartel junto al jardín del patio cubierto".

Los participantes en este taller impartido por Jimi Vázquez han explotado al máximo los recursos gráficos que ofrece el patio del centro. Han capturado imágenes de flores, de charcos, han hecho "efecto espejo" y han dejado volar su imaginación con un simple "clic" a un puñado de hojas almacenadas en la zona verde del centro. "Hace falta tener una buena luz (para hacer fotos)", comentan entre ellos los protagonistas de la exposición en la que también participan Salomé Serna, Andrea Álvarez y Noelia Pérez.

El concejal de Educación, Juan Carlos Guerrero, visitó la muestra y conversó con los fotógrafos escolares. "Es una buena iniciativa, la fotografía fomenta la capacidad creativa, divierte y además anima a probar e investigar", le contó el concejal a los chavales mientras comentaba con ellos algunas de las fotos. Gonzalo García le explicó que había hecho sus fotos con un móvil que tiene su padre. "A mi me gustó captar el efecto del agua, las flores, las hojas", señaló Noelia Pérez.

Por el momento, estos pequeños no se han planteado pensar en un futuro y en orientar sus estudios en una u otra dirección. Eso sí, no descartan dedicarse a la fotografía. Juan Zaratiegui desvela que su padre "es fotógrafo" y que le ha enseñado algunos trucos para mejorar su técnica.

"Y dentro de poco comenzaremos a hacer un cortometraje pero no podemos decir de qué tratará. Es sorpresa", comenta el pequeño de 11 años que, como sus compañeros de colegio, han aprendido a usar el teléfono móvil para crear arte y así retratar pequeños detalles del patio del colegio.

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