Crisis en los enlaces religiosos: los avilesinos se casan menos por la Iglesia

Los párrocos vinculan la preferencia por la boda civil a la "secularización" y a cuestiones económicas, algo que no sucede en otros sacramentos

Asistentes a la celebración de un enlace religioso en San Nicolás, la pasada Nochevieja. | M. Villamuza

Asistentes a la celebración de un enlace religioso en San Nicolás, la pasada Nochevieja. | M. Villamuza / S. F. S. F.

Saúl Fernández

Saúl Fernández

El reducido número de fieles empequeñece la iglesia actual. Al menos, esto se desprende de la opción social mayoritaria cuando lo que se quiere es vivir en pareja. En la comarca avilesina la opción principal a este respecto son los enlaces civiles y esa realidad afecta de lleno a las parroquias. En las iglesias del arciprestazgo local el año pasado no se llegó al medio centenar de enlaces religiosos. ¿La razón? Alfonso López, titular de la parroquia principal de la villa, la de San Nicolás, atribuye a la creciente "secularización" que las parejas se casen menos en lugar sagrado.

Según los datos del arzobispado de Oviedo, en 2023 fueron 44 las bodas religiosas celebradas en algunas de las once parroquias propiamente de la villa (San Agustín, Cristo Rey de Versalles, Santa María Magdalena, Villalegre-La Luz, Santo Tomás, San Cristóbal, Miranda, La Carriona, Virgen de Las Mareas, San Juan de Ávila y San Nicolás de Bari). Un año antes habían sido 71 los matrimonios que optaron por formalizar su unión por la vía religiosa en la ciudad.

El párroco Neyo Rodríguez, titular de Santo Tomás de Cantorbery, recuerda asimismo que al haberse reducido el número de enlaces durante 2020 y 2021 a cuenta de la pandemia, en 2022 se incrementaron las bodas como efecto del arrastre, circunstancia que ya se ha asentado.

Añade Alfonso López que antes de la pandemia podían llegar a celebrarse hasta tres y cuatro bodas algún sábado, pero ahora "hay una tendencia a la securalización que se universaliza".

Neyo Rodríguez agrega cuestiones de índole económica al hecho de que se casen menos parejas por la iglesia. Dice el párroco de Santo Tomás que el descenso de las bodas religiosas no se traduce en una merma en bautizos y comuniones. Más bien al contrario. "Empiezan a subir los bautizos", señala. En la iglesia nueva de Sabugo tienen a 67 comulgantes para este año. "Pero las bodas siguen a la baja porque la gente no se casa", insiste Alfonso López, a la vista de las cifras registradas en la parroquia de San Nicolás.

España ha asistido en la última década a un proceso acelerado de descenso del número de sacramentos religiosos, con un impacto especialmente alto en las bodas católicas. Así lo muestran los datos de la Conferencia Episcopal Española: las bodas han caído en picado, con un descenso de hasta 40% entre 2007 y 2019. A estas cifras le siguieron el año de la pandemia, donde se registraron mínimos históricos por la crisis del coronavirus y las severas limitaciones a las reuniones de personas en lugares públicos.

Esta circunstancia se ve agravada con una población más envejecida e iglesias más vacías. Para los expertos esto se debe a la brecha generacional de los jóvenes respecto a generaciones anteriores. Si bien tras la pandemia se han recuperado celebraciones aplazadas, sigue sin ser suficiente.

En 2019 en Avilés se casaron en las once parroquias principales de la villa 52 parejas. En el año de la crisis del covid solo pudieron hacerlo, hasta marzo, 13 y, en 2021, fueron 26 las bodas católicas que se celebraron en la ciudad. Los 71 y 44 enlaces por la Iglesia de 2022 y 2023, respectivamente, no parecen mejorar la situación.

En el conjunto de España, las ceremonias civiles representan el 56% de los enlaces, frente al 44% de las religiosas. En el caso de Avilés, solo en 2023 fueron 165 las parejas que optaron por la vía civil para sellar su unión, frente a las 71 que lo hicieron por la iglesia.

El cursillo prematrimonial, el trámite que las parejas prefieren evitar

Para celebrar una boda en una iglesia es necesario tener listo, previamente, el expediente matrimonial, que es lo que se conoce coloquialmente como papeles para casarse. Pero, ¿cuáles son los documentos necesarios para una boda religiosa? Se requiere: una fotocopia del DNI de los contrayentes, el certificado literal de nacimiento expedido por el Registro Civil, la partida del bautismo, el libro de familia –en caso de tener hijos en común desde antes del 30 de abril de 2021–, un certificado de fe de vida y estado –acredita el estado civil de cada uno–, la toma de dichos y el certificado de haber participado en el cursillo prematrimonial. Es precisamente este último punto en el que, según las fuentes consultadas, las parejas prefieren optar por el enlace civil, para tener que evitar cumplir el trámite del cursillo prematrimonial, en unos casos porque no viven en la parroquia donde desean casarse o en otros, porque prefieren optar por casarse sin más requerimientos que la documentación de un enlace civil.

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