La multinacional Saint-Gobain lleva dos décadas reduciendo su presencia en el negocio del vidrio

La compañía ha vendido negocios florecientes, ha creado nuevas fábricas, las ha cerrado y ahora ordena el cese de la actividad de Avilés

El actual horno «float» de las instalaciones fabriles de La Maruca.

El actual horno «float» de las instalaciones fabriles de La Maruca. / Saúl FernándezS. F.

Saúl FernándezS. F.

En la delegación de la multinacional Saint-Gobain en la península Ibérica –así funciona la multinacional, por delegaciones territoriales– son frecuentes las ventas de negocio, los cierres de departamentos poco rentables, los ceses de actividad y el paso a la historia.

El último episodio en esta carrera de regulaciones lo está protagonizando la división de parabrisas (Sekurit) de Avilés. La dirección de esta compañía (filial de Saint-Gobain Cristalería, subsidiaria, a su vez de Saint-Gobain, con sede en París y bajo la presidencia de Benoit Bazin) comunicó este pasado lunes a los representantes sindicales de su planta asturiana, en el marco de una reunión de posición trimestral, que no habría segundo semestre en la fábrica de La Maruca que sirve a las de automoción. La imposibilidad de encontrarle la rentabilidad que la dirección mundial había adjudicado a las instalaciones asturianas –a costa del crecimiento del nudo empresarial de Kénitra, en Marruecos, o de la explotación de los parabrisas de recambios que desde el 1 de enero están en Rumanía– hacía conveniente el despido de, al menos, 160 personas que trabajan directamente para la marca y, por lo menos, 122, que lo hacen de manera auxiliar.

Vetrotex.

En 2015 la Comisión Europea permitió la venta del departamento de refuerzos de fibra de vidrio (Vetrotex) de la empresa francesa Saint-Gobain por parte de la compañía norteamericana Owens Corning, activa en el mismo sector. Como consecuencia de esta venta, se cierra en Alcalá de Henares la fábrica española de este negocio.

Vicasa.

Saint-Gobain anunció también en 2015 que vendía Verallia (antes Vicasa) al fondo estadounidense Apollo Global Management y Banque Publique d’Investissement (BPI France), quienes pasaron a controlar el 90% y el 10% de su capital. Verallia era el negocio de vidrio hueco, es decir, botellas, uno de los más rentables de la delegación de la península. Esta venta de la joya de la corona puso en pie de guerra a los sindicatos.

Hortaleza.

La multinacional cerró en 2003 la fábrica que tenía en el barrio de Hortaleza, en Madrid. Una planta dedicada a los transformados y bajo el amparo del departamento de Glass, es decir, el de construcción. Además, fabricaba una pequeña cantidad de parabrisas. Buena parte de sus instalaciones las asumió la planta de Avilés.

Sede social de Azca.

En 2004, la multinacional Saint-Gobain vendió su sede social –el edificio Ederra, en el complejo Azca– al BBVA. Esta venta suponía también un contrato de arrendamiento por diez años, que terminó en 2014. Fue entonces, cuando el propietario de la torre la puso a la venta y la compañía multinacional se trasladó, en principio, a Príncipe de Vergara, también en Madrid.

La Veneciana.

En 2006, la delegación española de Saint-Gobain anunció el cese de actividad de La Veneciana, su fábrica de transformados de Villaverde, en el sur de Madrid. Daba empleo, por entonces, a poco más de 50 personas. Saint-Gobain explicó entonces que este cierre se debía a la acumulación de pérdidas durante muchos ejercicios contables.

La Almunia de Doña Godina.

En 2003, en la comarca zaragozana de Valdejalón, Saint-Gobain instaló –con ayudas públicas millonarias– una de sus plantas más innovadoras (fabricaba vidrio de capas). En 2010 la cerró. Y esa línea se instaló en Avilés.

Azuqueca de Henares.

La división de aislamiento de Saint-Goibain estaba en Azuqueca de Henares, se dedicaba a fabricar, transformar y vender de fibra de vidrio y lanas minerales para aislamiento. En este sentido trabajaba bajo el amparo del convenio de Saint-Gobain Cristalería. Lo hizo hasta 2014. A partir de entonces se empezó a llamar Saint-Gobain Isover Ibérica.

Renedo.

A comienzos de 2015 se materializó el cierre de la fábrica de Saint-Gobain Cristalería en Vioño de Piélagos, en la provincia de Cantabria. Este cierre se produjo al poco de haber segregado esta planta del negocio central del vidrio.

Arbós.

En 2020 se ordenó el cierre de Glass de Arbós, en Tarragona. En 2021, la fábrica de parabrisas de recambios en Santa Iria, en Portugal. En 2022, se intentó reducir el personal de Sekurit en Avilés y ahora se anuncia su clausura.

La rehabilitación del horno de la empresa se queda para este próximo mes de octubre

La Dirección Técnica (DTI) de la multinacional Saint-Gobain ha determinado estos días pasados que las obras de rehabilitación del horno float de La Maruca, en Avilés, se van a iniciar este próximo mes de octubre. Se da la circunstancia de que había sido esta fecha la elegida al principio como la más propicia para mejorar el artefacto que forma el corazón de la fábrica avilesina. Sin embargo, hace algunas semanas el "float" se había preparado para responder a un presumible adelanto de sus tareas de restauración. Los trabajadores interpretaron entonces que la intervención corría peligro, cosa que la DTI ha negado con su última decisión. La compañía anunció este lunes –a la vez que el despido masivo de toda su plantilla del departamento de parabrisas– que finalmente tenía previsto reparar el horno que, según los trabajadores, ha superado su vida útil, aunque la empresa considera que esta afirmación no es cierta (de ahí las labores previstas). La DTI, el organismo interno de la multinacional Saint-Gobain dedicado a vigilar las grandes infraestructuras, realizó diversas catas en el armatoste avilesino concluyendo que no se precisa el adelantamiento de las obras. En tal caso, esta rehabilitación no se ha iniciado todavía y la dirección de la compañía baraja también el mes de noviembre para el comienzo de estas tareas. Incluso la última semana de septiembre. Lo único que sí ha trascendido es el presupuesto reservado para pagar la intervención: cinco millones de euros. La última reparación la inversión fue de dos. Los trabajadores no ven en estas cifras, inversiones, sólo ven "mantenimiento".

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