Piezas de 130 metros de altura y 3.000 toneladas, los colosos que Windar sacará al mar desde su nueva fábrica en Avilés

¿Se imaginan un enorme coloso de acero que iguale en altura a la torre de la Universidad Laboral de Gijón y supere en 50 metros la de la catedral de Oviedo? Así serán las torres gigantes y monopiles XXL (las subestructuras de transición) para instalaciones eólicas marinas flotantes que fabricará Windar Renovables desde la nueva planta que abrirá a principios de 2026 en los terrenos de la antigua Alcoa en Avilés. El proyecto industrial, con una inversión de entre 120 y 130 millones de euros, que aspira a captar al menos un 20% de ese presupuesto en ayudas públicas, contempla llegar a medio millar de empleos en los momentos de mayor carga de trabajo.

Ese importante desarrollo en la margen derecha de la ría de Avilés, que llevará a Asturias a la vanguardia del desafío tecnológico en la eólica marina, supondrá que desde la fábrica de San Balandrán saldrán monopiles XXL, es decir, la estructura de mayor dimensiones que se conoce en el sector. Si se ponen en pie esas estructuras medirían 130 metros –igual que la torre de la Laboral y casi un tercio más que la de la catedral de Oviedo–. Su diámetro será de 10 metros y el peso estimado por pieza ronda las 3.000 toneladas. Este tipo de estructura sirve para afianzar las grandes estructuras de la eólica marina. Más del 80% de los aerogeneradores instalados actualmente en el Mar del Norte se basan en este tipo de cimientos.

Capacidad de producción

La capacidad máxima de producción en la fábrica de San Balandrán sería de 60 monopiles XXL al año. En el caso de las torres eólicas su longitud sería de hasta 50 metros por sección (cada tramo) y el peso, 450 toneladas por cada uno de esos tramos. En este caso, la capacidad de fabricación estimada de Windar Renovables desde las nuevas instalaciones, situadas en los terrenos de la antigua Alcoa, es de 400 secciones por año.

La ubicación estratégica y las características idóneas que presenta la antigua aluminera permiten un encaje fácil del proyecto de Windar en el entorno. Así, las naves 1 y 2 de Alcoa servirán para almacenaje de material y la fabricación de estructuras secundarias, con un espacio anexo fuera de ellas para mantenimiento.

La nave 3 se corresponde con la zona de cabinas y pintado de estructuras mientras que las naves de las series 2 y 3 de la aluminera se destinarán a la producción de torres para la eólica marina flotante y los monopiles XXL, cuya salida de la fábrica sería la más directa hacia los muelles de embarque.

Maquinaria de Alcoa

Toda la maquinaria de Alcoa, que después reaprovechó temporalmente Alu Ibérica, será achatarrada. Tal como explicó el presidente de Windar Renovables, Orlando Alonso, tras su reunión de esta semana con el presidente asturiano, Adrián Barbón, el primer paso a completar es el cese de la actividad anterior, que el Gobierno del Principado está tramitando, y tan pronto como lo tengan, la compañía presentará el proyecto de desmontaje de maquinaria. Posteriormente, se procedería con el de demolición de parte de las instalaciones.

"Espero que la parte de desmontaje se pueda empezar en uno o dos meses", destacó Alonso, quien reconoció que "hay piezas pendientes del proyecto, pero mucha ilusión y no hay nada que no podamos solucionar". De los trámites por cerrar, o que queda en manos del Principado agilizar, se encuentra la modificación de una caseta de bombeo de la red de saneamiento, situada en los terrenos de la concesión portuaria. Su emplazamiento limita la salida de las grandes piezas eólicas, lo que hace necesario desplazarla unos metros para facilitar la operatividad.

La segunda cuestión pasa por agilizar el convenio que permitirá modificar el trazado de las carreteras del entorno y acondicionarlas para las necesidades del momento. Windar Renovables cuenta con la construcción de una rotonda frente a la entrada principal, diseñada para permitir el paso de las futuras piezas. La tercera cuestión tiene que ver con el futuro del poblado de Endasa, que forma parte de los activos heredados de Alu Ibérica y sobre el que no se ha tomado determinación alguna.

Singularidad

La mayor singularidad de la fabricación de monopiles desde las nuevas instalaciones de Windar Renovables en San Balandrán es que se trata de un tipo de subestructuras cuya simplicidad en el diseño garantiza una mayor industrialización.

Además de tratarse de un proyecto referente a escala mundial que situará a la región y a España en un lugar privilegiado en el mercado de la eólica marina, es una portunidad estratégica también para el territorio por su capacidad para la generación de empleo, riqueza y prestigio.

Existe por parte de Windar Renovables un compromiso firme de impulsar y renovar el entorno económico-social de la región a través de este proyecto.

Los requerimientos de empleo de la futura fábrica, entre perfiles con experiencia y alta cualificación y los tecnólogos orientados a impulsar la experiencia del centro de I+D+i de Windar supondrán un revulsivo en sí mismo para el entorno, para toda la comarca avilesina, para la región y para el territorio nacional, habida cuenta de que la demanda de energía eólica marina y la nueva generación de turbinas eólicas impulsará la instalación de este tipo de estructuras hasta llegar a una capacidad total instalada en 2030 que alcance los 370 gigavatios (GW) en 2030. A ello se suma el impacto del proyecto en el tráfico portuario: al mover al año unas 400.000 toneladas, ello supondrá la llegada y salida de más de 100 barcos de los muelles avilesinos.

El complejo de Fene envía un nuevo pedido al mar del Norte

La fábrica de monopiles del astillero coruñés de Fene, construida por Navantia Seanergies y Windar Renovables y dotada de importantes medios de producción específicos, ha completado el primer contrato de este tipo de cimentación para el parque eólico marino Moray West, un complejo offshore desarrollado por Ocean Winds en el área occidental de la zona eólica marina de Moray Firth, una bahía del mar del Norte, localizada en la costa nororiental de Escocia.

Los 14 monopiles marca España, que ya se encuentran en su nuevo destino y a la espera de despliegue, tienen una longitud de unos 90 metros, un diámetro de 10 metros y un peso de 2.000 toneladas.

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