La Confederación, condenada por daños del desagüe de la depuradora

Astilleros Ría de Avilés invirtió 314.137 euros en informes y obras para reparar la cimentación y la nave de su taller

Marián Martínez

Marián Martínez

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha condenado a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) a indemnizar a la empresa Astilleros Ría de Avilés con 219.896,58 euros por los daños sufridos en el muelle y en la nave que ocupa en el Puerto "como consecuencia de la acción del desagüe de la depuradora de Maqua, que afecta directamente a la cimentación del muelle, lo que ha generado daños en la estructura de la edificación".

Astilleros Ría de Avilés comenzó a remitir escritos en 2010 a la Confederación advirtiendo de los daños que empezaba a sufrir la estructura de la edificación "como consecuencia de la presión con la que vierten las aguas del aliviadero de la depuradora" de Maqua. También informó al Consorcio de Aguas de Asturias (Cadasa) al figurar como gestor de la depuradora. En este caso la respuesta fue contundente: la titularidad es de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.

Los daños fueron aumentando con el paso del tiempo, sin que CHC tomase en cuenta las reclamaciones. Y así se llegó a 2021, cuando se agrietó el muro forjado de la nave de la empresa, además de un descalzamiento de la cimentación y como consecuencia, la deformación de la nave taller mecánico de las instalaciones del astillero.

En enero de 2022 se vuelve a solicitar a CHC que intervenga, acompañando la petición de la documentación técnica sobre daños y posibles soluciones, y advirtiendo de la imposibilidad de trabajar en la nave del taller ante el riesgo de derrumbamiento. Posteriormente se envía incluso un presupuesto estimado de las obras que era necesario ejecutar.

La Confederación requirió entonces a Astilleros Ría de Avilés que acredite los años originados dentro del año anterior a la reclamación, que acredite la relación de causalidad entre esos daños y el funcionamiento de la depuradora. La empresa responde acompañando fotografías e incluso un informe subacuático y otro de un geólogo, y posteriormente le remite incluso las facturas disponibles sobre las obras ejecutadas, que finalmente ascendieron a 314.137,97 euros, la misma cantidad que reclama en concepto de indemnización.

La respuesta final de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico fue que la depuradora de Maqua es propiedad del Estado, y que su explotación y mantenimiento le correspondían al Principado. Además, que el funcionamiento del emisario submarino de Xagó se utiliza de media cinco veces al año y poco podía afectar. Incluso centró "el origen de los daños en las obras de ampliación del muelle (de Valliniello), la existencia de fuertes corrientes de llenado y vaciado de la ría, y las obras de dragado próximas al muelle".

La Sala de lo Contencioso-administrativo del TSJA no descarta que la ampliación del muelle entre 2009 y 2011 hubiera podido influir "al alterar el efecto del empuje del agua de la ría por el dragado, a lo que debe añadirse la entrada de buques a esa zona de ampliación". Y añade en la sentencia que la empresa también podía haber realizado obras antes para evitar mayores desperfectos. Por estos motivos, condena a la CHC a abonar el 70% del coste de las obras, en proporción a su responsabilidad.

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