"No la obligamos a nada", sostiene la pareja rumana acusada de prostituir a una compatriota

La víctima afirmó que le entregaba el dinero al matrimonio: "Cuando le pedí mi documentación, me insultaba"

Fachada principal del Juzgado de Avilés, en la calle Marcos del Torniello en una imagen de archivo.

Fachada principal del Juzgado de Avilés, en la calle Marcos del Torniello en una imagen de archivo. / Ricardo Solís

I. G.

La pareja rumana acusada de maltratar y obligar a ejercer la prostitución a una mujer de la misma nacionalidad en Avilés negó la mayor ante la magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 de Avilés. “Nunca la obligamos a nada, ella se buscó la vida. Se dejó su documentación en casa y la llamé para preguntarle: qué voy a hacer con tus cosas”, afirma una de los dos acusados, que ejerce la prostitución en un club avilesino. Su marido, mantuvo una versión similar y dejó claro, que nunca le puso la mano encima. Reconoció además que fue a recogerla “dos o tres veces” a Llano Ponte, donde hacía la calle la denunciante, “porque llovía o porque había perdido el autobús” para volver a la vivienda que los tres compartían junto a la hija pequeña de la pareja acusada. “Nunca la agredí”, remarcó. La defensa pidió la absolución de los acusados y la fundamenta en que “todo se basa en la versión de la víctima, en la de la Policía que habla de referencias y suposiciones y en el informe de Apramp, que como reconoció una testigo, (la supuesta víctima) mentía y se contradecía”.

La víctima que está protegida declaró en el juicio a través de una intérprete y en video grabado en 2022 cuando se inició la instrucción. Señaló entonces que le “entregaba” el dinero recaudado con la prostitución a la acusada, reconoció que discutía con la acusada y cuando le pidió la documentación (que la Policía encontró en casa de los acusados) la acusada “le insultaba”, entre otros detalles.

La Fiscalía no varió sus postulados iniciales y entiende que la pareja maltrató y obligó a prostituirse a la mujer, también de nacionalidad rumana. Y pide para ambos la condena de seis años y medio de prisión.

Los tres, acusados y víctima, llegaron de Rumanía juntos. Se habían conocido en una estancia anterior en España. Las dos mujeres, una de los acusados y la víctima, trabajaban en clubes de alterne. El acusado estaba en Rumanía. Viajó a España después de que su cuñada, que vive en La Carriona, le encontrara un trabajo en la construcción en Siero. Fue en ese momento cuando los tres emprendieron su viaje a tierras españolas, primero a Santander y luego a La Carriona, según los testimonios recabados en sede judicial. También destacaron los acusados que su convivencia en el barrio avilesino fue de “tres semanas y pico”.

Una trabajadora de Apramp detalló que la víctima “no habla castellano” y que “siempre estaba” (haciendo a la calle) donde el centro de salud de Llano Ponte “a las 7 de la tarde”. Se puso en contacto con esta asociación de ayuda a las prostitutas que, a través de una mediadora rumana, ayudó a salir de la ciudad. Dos policías declararon como testigos en la vista. Uno declaró que el acusado fue visto buscando a la mujer en el entorno de la calle Llano Ponte “en un informe de febrero de 2022”, precisó el abogado, es decir, meses después de los hechos denunciados. El otro agente indicó que “no vio a nadie controlando” a la víctima y que sí encontraron la documentación de la víctima en el piso de los acusados “en una bolsa de plástico escondida”. “Se había marchado huyendo”, remarcó el agente.  

El caso quedó visto para sentencia. 

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