Descubre el prestigioso premio que ha recibido el Museo Marítimo de Luanco

La Cofradía Buena Mesa de la Mar otorga su galardón al centro "por su labor en favor de la historia y costumbres" marinas

José Ramón García, en el Museo Marítimo de Asturias.

José Ramón García, en el Museo Marítimo de Asturias. / Ricardo Solís

Noé Menéndez

Noé Menéndez

El Museo Marítimo de Asturias, en Luanco, está de enhorabuena. La Cofradía Buena Mesa de la Mar de Salinas ha decidido otorgar el premio "Llámpara natural" 2024 al centro luanquín "por su labor y preocupación a favor de la protección de las costumbres, artes, historia y labores del mundo de la mar". La instalación museística coge así el testigo de Astilleros Gondán y de Álvaro Platero, su presidente, que fueron los galardonados la pasada edición. El acto de entrega tendrá lugar en la sede de la entidad castrillonense, en La Colonia de Salinas, el próximo 31 de mayo.

"Estamos muy agradecidos, es un gran reconocimiento. Es un galardón que tiene un largo historial y siempre ha distinguido a gente muy importante, es un honor formar parte de esa lista de premiados", confesó José Ramón García, director del museo, que destaca la relación de este premio con el mar. "No teníamos ningún indicio de que nos lo fuesen a dar, fue una decisión de la cofradía. Para nosotros ha sido una doble sorpresa, por lo inesperado y por su importancia", reconoció el máximo responsable del Museo.

El centro, ubicado en la calle Gijón de Luanco, se creó en 1948, así que el pasado año cumplió su 75º cumpleaños. Su primera etapa, hasta 1960, fue importante porque en ella se fueron materializando los condicionantes que inspiraron el nacimiento del centro, bajo el impulso popular y el enfoque de su primer director, Eulogio Varela Hervías. En esa etapa se pusieron en marcha múltiples iniciativas, como la fundación de una escuela de aprendices, los premios "Virgen del Carmen", el impulso dado a la artesanía local, y, sobre todo, la pionera concepción museística de captación y estudio del patrimonio etnográfico vinculado con las actividades marítimas.

Tras superar una etapa de declive de treinta años, marcada por el cansancio de sus promotores y las pocas actividades realizadas, una época que en 1990 acabó con el cierre del Museo, al año siguiente un nuevo equipo, dirigido por José Ramón García López, se hizo cargo de lo que quedaba y se propuso reabrirlo y actualizarlo. Para ello llevaron a cabo una búsqueda y recogida de materiales etnográficos, sumamente urgente por los rápidos cambios que se estaban operando en la pesca, y la búsqueda de una nueva sede. Tras la construcción de este nuevo edificio, ahora el Museo Martítimo de Luanco goza de un estado de salud envidiable y es uno de los principales atractivos culturales de la capital gozoniega.

Suscríbete para seguir leyendo