Los escolares de Avilés, empresarios del futuro

Día grande de las cooperativas escolares. Casi 300 alumnos y alumnas de una decena de centros educativos de Avilés, Castrillón y Pravia llenaron ayer la plaza de España de Avilés en la puesta de largo de su ya tradicional mercado anual, en el que ponen a la venta los múltiples objetos que ellos mismos han fabricado. El objetivo de este programa, impulsado por Valnalón y en el que Avilés participa desde hace unos 25 años, es impulsar el espíritu emprendedor y adquirir habilidades empresariales.

Manuel Campa, concejal de Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Avilés, aseguró que el de ayer "es uno de esos días que todos esperamos porque es divertido y el final de un trabajo de muchos meses. Tuvieron que venir a formalizar el papeleo, constituir la sociedad, qué papel juega cada uno, qué productos van a fabricar y vender, cómo los comercializan, y ahora ya están aquí. Esto es inocular el espíritu emprendedor desde pequeñitos, pero hacerlo de forma divertida, con los compañeros, y que aprendan a colaborar unos con otros", remarcó.

Nacho Iglesias, director general de Empresas, Pymes y Emprendedores del Principado, destacó que "esto es muy importante no solo para quien en el futuro quiera desarrollar un proyecto empresarial, sino que son habilidades que van a necesitar en su vida para su desarrollo profesional, como la comunicación, comercial, liderazgo... Es un proyecto muy completo".

Fernando Granda es director de La Unión, de Salinas. "Llevamos muchos años participando, porque para nosotros venir a este mercado no es solo vender, sino el diálogo, la interrelación". Y eso es lo que tenía ayer feliz a Julio Ovies, que "trabajó muchísimo y ahora estoy aquí para vender", y a Ana Ríos, que pintó varias macetas que tenía a la venta.

Mercabari es el nombre de la cooperativa del alumnado del San Nicolás de Bari, que ofrecían a los clientes collares, pulseras y llaveros, entre otros objetos. "La elaboración fue un poco difícil, pero ya estamos aquí", aseguró Valeska Garcés. A sus compañeros Sebastián Núñez e Itzel Alfaro les pareció difícil "los trámites, pero nos ha gustado mucho participar, para repetir", aseguran.

Artesco es la cooperativa del colegio de educación especial de San Cristóbal, y ayer cosecharon un enorme éxito. Iris Fernández repite la experiencia y le gusta venir cada año. "Esto es fácil, hacemos libretas, bolis, bolsas, jabones, y vendemos mucho".

Suscríbete para seguir leyendo