Los avilesinos "embarcan" por unas horas en los buques de la Armada atracados en la ría

Los cazaminas "Tambre" y "Tajo", desplazados a Asturias para participar en los actos de las Fuerzas Armadas, tienden su escala en el muelle del Niemeyer para disfrute del gran público

Gente a bordo de uno de los cazaminas atracado en la ría de Avilés

Gente a bordo de uno de los cazaminas atracado en la ría de Avilés / Ricardo Solís

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

La Comandancia Naval de Gijón ha organizado jornadas de puertas abiertas para que el público en general pueda visitar los buques cazaminas "Tambre" y "Tajo", atracados en el muelle del Centro Niemeyer de la ría de Avilés. Las personas interesadas pueden realizar la visita este sábado y mañana, domingo, entre las 10.00 y las 20.00 horas.

La respuesta popular a esta actividad está siendo notable, con un flujo constante de personas desde primera hora de esta mañana. Los barcos lucen de gala, con despliegue de banderas y gallardetes y la tripulación de punta en blanco. A bordo de los navíos se ofrecen explicaciones sobre las características de los mismos y sus dotaciones mecánicas y tecnológicas.

Los buques llegaron la tarde del martes al Puerto de Avilés con motivo de la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en el Principado. Están acompañados de la patrullera de la Guardia Civil "Río Guadalete" y del "Alonso de Chaves", del Servicio de Salvamento Marítimo. La Armada Española cuenta entotal con seis buques cazaminas. Además del "Tajo" y el "Tambre" forman parte de la flota el "Segura", el "Sella", el "Turia" y el "Duero".

La clase Segura, a la que pertenecen los barcos atracados en la ría avilesina, forma una serie de buques cazaminas que, como su nombre indica, tienen por objetivo la lucha contra minas marinas. Fueron construidos para la Armada Española a finales de los años 90 y principios del 2000 y recibieron nombres de ríos españoles. El primer cazaminas, el M-31 "Segura", da nombre a esta clase de buques.

Entre sus características destacan las siguientes:

  • Pueden detectar minas ancladas hasta 300 metros y minas de fondo hasta 200 metros.
  • Su diseño y construcción les capacita para evitar los principales sistemas que activan las minas, especialmente el magnético y por ruido, aunque también por presión y por contacto.
  • Soportan el impacto de estas armas, pero están dotados de los medios para evitar en lo posible esa situación.

Al igual que sus predecesores, estos barcos disponen de equipos de buceo y de un sumergible antiminas del tipo Gayrobot Pluto Plus (para localizar y destruir minas hasta 300 metros). Posteriormente se incorporó el Kongsberg Minesniper (un tipo de torpedo sumergido y de control remoto que puede destruir minas a una distancia máxima de 4.000 metros). Asimismo disponen de un sónar para detectar minas hasta 300 metros que puede utilizarse a nivel de quilla o sumergido. También cuenta con dos grúas y cámara hiperbárica por si sucedieran accidentes de descompresión.