La exportación de la tecnología "made in Avilés"

Embarcan en Avilés dos torres tan grandes como la de Pisa para fabricar etanol en Bélgica

Idesa entrega en el muelle de Valliniello dos armatostes de 350 y 600 toneladas que empezarán a producir en 2026

Un momento de la carga de la segunda torre de proceso de Idesa, ayer, en el muelle de Valliniello.

Un momento de la carga de la segunda torre de proceso de Idesa, ayer, en el muelle de Valliniello. / Ricardo Solís

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Llega la segunda torre de proceso al borde del barco "Happy Star", atracado en el muelle de Valliniello de la ría de Avilés. Faltan quince minutos para la una. El armatoste tiene 600 toneladas de peso y si estuviera en vertical sería un poco más alta que la torre de Pisa, la que lleva inclinándose desde la Edad Media en la Toscana, en Italia. Este armatoste en sí, que ha encargado el gigante químico Ineos para el puerto de Amberes, que está en Bélgica, en suma, llega sobre dos remolques enormes que se llaman SPMT, que es una colección de siglas en inglés. Lo importante, sin embargo, no son las palabras que ocultan, lo importante son sus números: tienen 40 ejes, cuatro ruedas por eje; ciento sesenta ruedas como quien no quiere la cosa.

Arriba, la segunda torre de proceso a su llegada al pie del «Happy Star». Sobre estas líneas, los operarios del barco reciben la primera pieza sobre la cubierta. Abajo, las dos torres, desde los muelles. | Ricardo Solís /  BigLift

La segunda torre de proceso a su llegada al pie del «Happy Star». / Ricardo Solís

Así que sí, la segunda torre de proceso para Ineos, la que se está cargando a mediodía, tiene 600 toneladas de peso, 66 metros de longitud, 10 metros de ancho y otros tantos de altura. Unas horas antes, poco después de las ocho, los trabajadores de la consignataria Marítima del Principado habían embarcado la pieza "pequeña", que lo es sólo en comparación a la segunda: 45 metros de longitud, por ocho de ancho y 8 de altura. Dos "monstruos" que la empresa Técnicas Reunidas encargó construir a la avilesina Ingeniería y Diseño Europeo (Idesa) hace quince meses y que ya están listas para llegar a los muelles de Amberes.

Las dos piezas que han subido con la precisión de un reloj suizo a la cubierta de "Happy Star", de la armadora BigLift, forman parte del llamado Proyecto Ineos. Esta multinacional británica –una de las dos empresas más importantes del mundo en su sector: el químico– concedió en mayo de 2022 a otra multinacional –Técnicas Reunidas– el contrato de ingeniería y servicios de la futura planta belga de etanol (que es un combustible).

Embarcan en Avilés dos torres tan grandes como la de Pisa para fabricar etanol en Bélgica

Los dos armatostes, ayer, en el muelle de Valliniello. / Ricardo Solís

Técnicas Reunidas, a su vez, concedió a Idesa la construcción de las dos torres de proceso que se pondrán en marcha en 2026 y que contribuirán a que Ineos produzca un millón y medio de toneladas de etanol, que es la materia prima necesaria para la obtención de productos que se utilizan en plantas eólicas, paneles solares, equipos médicos (bolsas de sangre, envases estériles, escáneres de resonancia magnética...), materiales de construcción de larga vida útil, productos textiles y componentes ligeros para vehículos, entre otras aplicaciones.

Mientras tanto, han llegado dos estibadores que han subido en la cesta de la grúa telescópica. Se han colocado en un extremo de la torre para enganchar el arnés que permitirá la elevación segura de la pieza gigante. Es un paso más de una operación en la que han intervenido también los tripulantes del "Happy Star", enfundados en monos amarillos –ese es el color corporativo de la empresa BigLift–, y manejando las dos grúas encargadas de traer para sí cada una de las torres de proceso (lo hicieron a las ocho de la mañana y lo están haciendo ahora que pasan varios minutos de la una). Las grúas del barco que se va a llevar la tecnología avilesina tienen una fuerza –cada una de ellas– de 1.100 toneladas.

Varios jefes de Idesa están en el muelle observando la maniobra de embarque. También hay más ingenieros: con cascos, con móviles. También atiende el embarque el del seguro, que tiene que asegurarse de que todo va bien.

Los operarios de la compañía avilesina que se encargaron de finiquitar los dos armatostes y cargarlos en esos SPMT y transportarlos en otra operación como de fantasía no se pierden detalle. Desde la sede central de Idesa –en el fondo del polígono de la ría, a la altura del gasómetro indultado de las antiguas baterías– al acceso al muelle de Valliniello del Puerto de Avilés hay como tres kilómetros y medio de distancia. Pero el viaje no termina ahí: hay que llevarlo al noray seis, que es donde está atracado el barco con bandera de los Países Bajos. Y son unos pocos metros más teledirigidos.

Idesa aceptó el encargo de Técnicas Reunidas, lo puso a pie de puerto y una decena de personas elevaron las dos piezas con sosiego, seguridad y la espectacularidad de colocar un monumento metálico –no de mármol, como la torre de Pisa– en el puerto en el que palpita la economía europea: en Amberes.

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