¿Qué pasa con la xarda? Los pescadores no se explican su declive: "Casi ha desaparecido del mar"

La flota asturiana de artes menores aparca la costera de caballa con menos de un tercio del cupo consumido y resultados tildados de "catastróficos"

Una pasada descarga de xarda en el muelle de la rula de Avilés. | Miki López

Una pasada descarga de xarda en el muelle de la rula de Avilés. | Miki López

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

La costera de xarda (caballa) de 2023 fue calificada por los pescadores asturianos como "la peor de la historia"; para la de 2024 ya no tienen palabras porque aún ha sido peor. Los resultados económicos –estrechamente ligados a las toneladas capturadas– son tildados de "catastróficos" y la preocupación por el futuro de la pesquería ya es manifiesta: "Algo pasa con la xarda porque casi ha desaparecido del mar", aseguran los profesionales de la pesca. Sin que sirva de consuelo, esta grave crisis de la xarda en la costa de Asturias no es una excepción sino la generalidad en el Cantábrico; desde el País Vasco a Galicia no hay cofradía que se libre de la debacle de la costera y en algunos puertos este año los armadores prefirieron borrarse de la campaña para no arriesgar el dinero que cuesta sacar los barcos a faenar sin mayor certeza de rentabilidad.

Sirva como piedra de toque la cruda realidad de la rula de Avilés, la lonja asturiana que más xarda comercializa: entre los meses de marzo y abril de 2022, un año en el que la costera de xarda fue calificada como "mala", se subastaron 3.189 toneladas por valor de 5,16 millones; en el mismo periodo de 2023 hubo un desplome del 41 por ciento que motivó la subasta de solo 1.873 toneladas por valor de 2,25 millones; y en esos mismos meses de este año, aún peor, con 1.457 toneladas subastadas por valor de 2,06 millones. Solo en el mes de abril de 2023 (el año de la peor costera desde que hay datos estadísticos) se subastó prácticamente en Avilés la misma cantidad de xarda que en los meses de marzo y abril de este año. Es decir, "estábamos muy mal y aún vamos a peor", que dicen los pescadores.

Nadie se atreve a pronosticar si la caída en barrena de las capturas de xarda puede haber tocado fondo, pero lo que es fácil identificar es el momento en que empezó el declive. Hasta 2020 la queja de las flotas asturianas que van a la xarda era que en quince días de faena finalizaba la costera porque se había pescado todo el cupo autorizado. "Entonces venía una masa importante de pescado", señalan los pescadores. "Pero de un tiempo a esta parte, y especialmente esta primavera, llegan unas ‘manchinas’, los barcos pescan unos días y desaparece", añaden.

El resultado de esa misteriosa escasez de xarda es un exiguo consumo del Total Admisible de Capturas (TAC) de caballa, menos del 30 por ciento para el conjunto de las flotas del Cantábrico que pescan con otras artes diferentes a cero o arrastre, pues esas tienen capítulo aparte. El porcentaje de consumo de la flota asturiana es una anomalía, pues roza el 50 por ciento, pero la explicación es que parte de ese consumo se atribuye a un intercambio de cupo realizado con otras artes a cambio de cuota de merluza tras haber resultado imposible permutarla por chicharro. También la flota vasca obró de este modo.

El motivo de este proceder es doble, según explica el presidente de la federación de cofradías de pescadores de Asturias, Adolfo García Méndez: "Ya que no pueden pescar la xarda los barcos de otras artes, que la pesquen los de arrastre, pues a ellos les está yendo mejor la campaña. Y por otra parte, es conveniente justificar ante Bruselas el consumo de cupo no vaya a ser que en futuros repartos se nos penalice por no pescar la cantidad asignada a España".

A diferencia de los barcos de otras artes, los de cerco sí que han agotado prácticamente su cupo de xarda y los de arrastre superan el 70 por ciento de consumo de la cuota. ¿Por qué este tipo de barcos ha defendido la costera frente a las lanchas de más modesto porte? La respuesta a esta pregunta permite aproximarse a una de las causas de la pésima costera: "A diferencia de los años buenos, cuando el pescado venía en grandes pelotones, esta vez la xarda llegó muy rota, en cachinos, y además, a mucha profundidad. Eso no perjudica tanto a los barcos de cerco y arrastre porque trabajan con redes, pero es malo para las artes de anzuelo", explica el experimentado patrón de cerco luanquín Rafael González.

Adolfo García Méndez habla de "drama", lamenta que la costera "acabó sin llegar a empezar" y busca causas de esta "ruina" en el norte de Europa: "Los países extracomunitarios van por libre, no se atienen a topes de captura y están machacando con impunidad el recurso. Como se trata de una especie migratoria, las consecuencias las pagamos los del Sur". García Méndez insiste también en un factor natural que pudiera estar afectando a los hábitos de la xarda: la cada vez mayor proliferación de atunes rojos en aguas del cantábrico, un voraz depredador que además de alimentarse de caballa rompe los bancos al aproximarse a ellos en busca de comida. No falta tampoco quienes teorizan con que el comportamiento errático de la xarda sea una consecuencia más del cambio climático, y más en concreto del paulatino calentamiento del agua del mar. Lo único cierto en todo caso es que una de las costeras fundamentales para la flota asturiana junto a las del bocarte, la merluza y el bonito vive las horas más bajas de su historia y sin perspectivas de recuperación.

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El barco asturiano "Esmeralda Tercero" rindió ayer marea de bonito en la rula de Avilés, a donde llegó cargado con 4.500 kilos del apreciado pez. La tripulación, muchos años protagonista de la subasta en Avilés del llamado "campanu del mar" (el primer bonito del año traído a tierra desde las islas Azores), no pudo esta vez anotarse esa honrilla, pero vio recompensando su esfuerzo con la venta de la mercancía que llevaba a bordo a buen precio: por los bonitos "gordos" (grandes) se pagaron de media 13,90 euros por kilo y el "recortado" (medianos) cotizó en una horquilla comprendida entre 12,20 y 12,65 euros el kilo.

Ya es la tercera subasta del año de bonitos en la lonja avilesina y el precio de los túnidos sigue "alto" a juicio de los entendidos, señal de que hay buena demanda para el producto. Para lo que queda de semana se anuncia la descarga y subasta de unos 11.000 kilos más de bonito que probablemente llegue a la lonja la noche del miércoles y se venda el jueves, de modo que para el fin de semana habrá abundancia de bonito en las pescaderías.

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