Luis Luque | Director de «Poncia», este fin de semana, en el teatro Palacio Valdés

"Hay pocas actrices como Lolita: tiene un nivel dramático y una potencia interesantísima", dice Luis Luque

"Me interesan los clásicos, no sólo desde la mirada contemporánea, si no porque nos siguen interpelando", defiende el director de escena

Luis Luque

Luis Luque / Pentación

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Luis Luque (Madrid, 1973) es el autor de "Poncia", un soliloquio en el que Lolita da vida a la criada principal de "La casa de Bernarda Alba", de Federico García Lorca. Se trata de un drama que el actual director artístico de la Nave 10 del Matadero, en Madrid, también dirige y del que el teatro Palacio Valdés acoge este fin de semana dos funciones consecutivas (el sábado, a las 20.15 horas y el domingo, a las 19.00 horas). Luque atiende a LA NUEVA ESPAÑA por teléfono.

–¿Por qué quiso darle todo el protagonismo a la criada?

–Poncia es uno de los personajes que más me gustan de la pieza de Lorca: los criados son personajes que dramáticamente son muy potentes: tienen toda la sabiduría de las clases populares y, al mismo tiempo, son testigos de los avatares de los señoritos. Por eso también, anteriormente, hice "Las criadas", de Jean Genet. Los criados son personajes que están entre la capa alta y la capa baja, son confidentes, pero a la vez son serviles.

–En este caso, Poncia tiene esa casa controlada.

–Efectivamente. Ella es como "la mandamasa" y está en un nivel superior a los otros criados, a la otra criada que marca Federico en la pieza, y al mismo tiempo es confidente de Bernarda. Y cuanto más se acerca a ella, la señora de la casa le recuerda que sólo es una criada. Los criados siempre acompañan a los grandes protagonistas, pero son los que observan y los que, de pronto, reflexionan como en esta oportunidad, que reflexiona sobre muerte de Adela y sobre lo que ha ocurrido.

–Porque su "Poncia" comienza después del "a callar he dicho".

–Eso es. Han pasado unos días de la muerte de Adela y lo primero que vemos es una lluvia de ceniza que representa a la hija muerta y Poncia está rememorando esa escena final de la tragedia de Federico, cuando abren la puerta y se encuentran a Adela con el traje verde.

–Esto de "Poncia", ¿cuándo nace?

–Un amigo me manda un vídeo de Lola Flores en el programa de televisión "La clave". Quien tenemos una edad sabemos qué programa es. Ella se lamenta de haber dicho no a Miguel Narros siendo director del teatro Español para hacer la Poncia de "La casa de Bernarda Alba".

–Narros, su maestro.

–Efectivamente, mi maestro. Recibo el vídeo y me quedo como impactado. Recordé luego que Miguel siempre decía que España se había perdido a una gran actriz dramática con Lola Flores. Entonces, veo el vídeo y se lo mando a Lolita. Y le digo: "Ya que no lo pudo hacer tu madre, ni lo pudo hacer Miguel, mi maestro, ¿por qué no lo hacemos nosotros?" Y en un Whatapp que conservo me responde: "¿Cuándo estrenamos?"

–O sea, que se lanzó.

–Ella lo vio claramente. Le dije: "Espérate, quiero sacar todo el corpus de texto de Poncia". Porque a mí no me apetecía volver a montar "La casa de Bernarda Alba", si no que quería hacer una obra a partir de ella. Me interesan mucho los clásicos, no sólo desde la mirada contemporánea, si no porque nos siguen interpelando a las generaciones actuales. No quería volver el Lorca, no sé por qué. Yo quería que a partir de Lorca hacer mi propia obra. Como que la obra de Lorca se multiplica. Es como la serie que hizo Francis Bacon sobre el Papa Inocencio X, el retrato de Velázquez. Algo así me venía a la cabeza: de una obra clásica la podemos multiplicar, alargar o soñar, pero, en ningún caso, había querido hacer una continuación de "La casa de Bernarda Alba".

–Y todo esto, en monólogo.

–Es un trabajo potente, con mucha letra: son veinticinco folios. Lolita puede con todo: es unas de las grandes actrices del país. No es porque yo la haya podido dirigir tanto en "Fedra" como en "Poncia". Lolita tiene un nivel dramático y una potencia de raíz popular que es interesantísima. Hay pocas como ella, cuando traspasas la idea mediática te encuentras a una mujer muy sencilla, de uno y uno son dos.

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