Cliente a la fuga de un taxista avilesino: casi mil euros de carrera sin cobrar

El hombre no pagó al inicio del viaje porque dijo que le habían robado y que en la capital su hermana iba a abonar el trayecto, pero no la encontraron

Una señal de  una parada de taxis en el centro de Avilés.

Una señal de una parada de taxis en el centro de Avilés. / Mara Villamuza

Saúl Fernández

Saúl Fernández

Pasaban las ocho de la tarde de las navidades del año 2022 cuando un hombre se acercó a la parada de taxis de la plaza de la Merced y solicitó un servicio extraordinario: viajar desde Avilés a Madrid. Y el taxista que había recibido la propuesta aceptó el viaje: había pasado mes y pico parado por culpa de una avería que no terminaban de reparar. Aquel fue el comienzo de un episodio que terminó como una presunta estafa: el taxista no cobró ni uno de los casi mil euros que habían acordado. "Y ahora ese tío está en busca y captura", se lamenta el taxista casi año y medio después del palo.

El taxista dice que no cobró por delante porque el viajero le había dicho que no podía pagar en el momento de salir porque le habían robado, pero que eso se iba a solucionar en cuanto llegasen al final del trayecto: en Villaverde Bajo (un distrito del sur de Madrid). El taxista entonces le pidió el DNI como prenda y gracias a ello conoce la filiación de su presunto estafador.

"Cuando llegamos al final, empezó a hacer llamadas telefónicas", cuenta la víctima. Presuntamente, buscaba a su hermana, pero no la localizó, así que el taxista avilesino no veía el dinero que le adeudaban. "Entre una cosa y otra, seguía allí, parado", cuenta el conductor avilesino.

En un momento dado de esa madrugada de diciembre, el "cliente" le pidió avilesino que continuase el viaje. Así fue que cambiaron Villaverde Bajo por la localidad toledana de Illescas.

Encontró entonces una tarjeta de crédito, se la dio al taxista que la pasó por el datáfono, pero sin éxito. Le reclamó entonces el presunto estafador que le acompañase a un cajero automático. Eso hicieron, pero tampoco consiguió dinero. Finalmente, la aventura en la meseta se cerró con la propuesta del "cliente": le haría una transferencia bancaria al conductor. De hecho, la realizó. El taxista explica que le envió un "pantallazo" de la operación. De esta manera, el avilesino pudo regresar a casa.

"A la mañana siguiente me llamó. Me preguntó cómo había sido la vuelta y yo le dije que no tenía el dinero en mi cuenta", cuenta el taxista. Confió en que la razón de la ausencia del dinero era que su banco y el del "cliente" eran distintos. Pero no era esa la razón. Según afirma el taxista avilesino, el "cliente" hizo la transferencia y el pantallazo y se lo envió. "Y luego anuló la operación".