Actualmente, el mercado laboral atraviesa un periodo de dificultad, con altas cifras de desempleo poco alentadoras. Este contexto nos exige un cambio dramático de paradigma ante el futuro, una crisis que dará lugar a una espiral ascendente de crecimiento, vanguardista humano, que conduce a formas progresivamente superiores de independencia responsable e interdependencia efectiva.
Tras analizar el informe sobre el futuro del trabajo del Foro Económico Mundial y hacer el análisis de las perspectivas de los diferentes departamentos de recursos humanos, todos coinciden en la misma cifra, se perderán millones de empleos por cambios tecnológicos y demográficos, las transformaciones que la economía mundial y el mercado de trabajo está sufriendo actualmente apuntan que un porcentaje representativo de los empleos del futuro no serán realizados por seres humanos, en 20 años el 47% de los empleos actuales serán sustituidos por máquinas, software y robots. Se trata de empleos relacionados con tareas rutinarias, productivas y administrativas, pero al mismo tiempo se abrirán nuevas oportunidades a otra gran gama de empleos. En cuanto a áreas funcionales, los empleos que más crecerán son las directivas, dirección y gestión de empresas, finanzas y marketing. Ante esta realidad surge la necesidad de la formación continua y reconvertirse.
Ante este reto social, económico, político es necesario cambios en el sistema educativo, la regulación del mercado de trabajo y la mejora de la empleabilidad de los jóvenes en España, por tanto constituye una línea de acción estratégica prioritaria para aquellos que diseñan las políticas públicas de educación y empleo. El ámbito de la formación universitaria juega un papel importante en la mejora de la empleabilidad en la necesidad de dotarse de competencias necesarias para la incorporación al mercado de trabajo, en la cual haya un adecuado ajuste competencial y de cualificación.
Ante esta necesidad se abre la posibilidad de plantearse una reorientación del sistema educativo universitario, concebir el cambio como una oportunidad, una regeneración que lleva a un nuevo paradigma más acorde con los nuevos tiempos. Es necesario mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje que favorezcan la empleabilidad, caracterizada por la creación de entornos de aprendizaje cooperativos.
Sin duda alguna, nuestro siglo se está destacando por los sorprendentes avances en materia de ciencia y tecnología, se predice el desarrollo en las áreas de inteligencia artificial, robótica, nanotecnología e impresión 3D sectores de empleo que se están interconectando y amplificando entre sí. Tecnología aplicada a la salud y la sanidad, para poner la tecnología a disposición del cuerpo humano y su salud. Tecnologías de la información para optimizar la gestión de información de manera menos analógica y más tecnologizada, así como la tecnología aplicada a los servicios financieros innovadores. Es necesario entender las carreras profesionales y lo que el mercado de trabajo espera de las personas.
También se precisa adquirir competencias de cambio para conectar con el mercado de trabajo futuro, el desarrollo de competencias técnicas y actitudinales son necesarias, adoptar la cultura del reciclaje de por vida, porque el mundo seguirá cambiando y cada vez más aceleradamente.
La demanda de las empresas cambiará y se centrará en retener a los mejores talentos, los roles serán cada vez más especializados, haciendo que sea más difícil cubrir los puestos si las aptitudes/actitudes y la educación de los trabajadores no evolucionan.
Se exige para los trabajadores adoptar un perfil de intraemprendedor con habilidades tales como resolución de problemas complejos, con resiliencia o capacidad para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas, pensamiento crítico, creatividad, gestión de personal, coordinación con otros trabajadores, inteligencia emocional, juicio y toma de decisiones, orientación al servicio, negociación, flexibilidad cognitiva.
Aparece un nuevo perfil de trabajador del futuro "knowmad": el nuevo emprendedor es un profesional innovador, imaginativo, creativo y abierto a la colaboración, en cualquier momento o lugar capaces de conocer, saber y actuar profesionalmente cómo nómadas.
Necesitamos una nueva mentalidad, nuevas soluciones para la gestión y el desarrollo del capital humano e intelectual y apostar por una revolución del talento y dirigirnos hacia un aprendizaje permanente.
¡Afrontar el riesgo con motivación, compromiso y reinventarse a través de una mentalidad propulsora se convierte hoy en la llave del futuro!