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Recorte en la enseñanza concertada

La supresión de aulas en tres centros educativos de la ciudad y en otros repartidos por la región

Tengo una amiga que emplea la expresión "ya estamos con la rodiella otra vez" siempre que se repite de forma periódica la misma coyuntura. Pues ahora, tras la propuesta de la Consejería de Educación de suprimir el concierto educativo a 32 aulas de la red concertada asturiana, volvemos a estar, como tantas y tantas veces, con idéntica "rodiella", con un nuevo final de curso sombrío para la libertad de elección de centro y para la estabilidad del empleo en el sector.

En Avilés, los centros afectados son el Luisa de Marillac, de Miranda, el San Nicolás de Bari y la cooperativa de trabajadores Principado, colegios ejemplares en el trabajo con alumnos de integración y con las minorías étnicas. Pero al bulldozer socialista -no hace mucho dedicado a maniobras con material escolar fantasma y ahora a incrustar el obsoletismo en la escuela en forma del asturiano- no le importa nada de esto.

Tampoco le importa la libertad de enseñanza plasmada en el artículo 27 de la Constitución española, ya que la Consejería propone una reducción de aulas subvencionadas sin haberse abierto el plazo de matriculación y, sin esperar a las alegaciones de los colegios, está enviando cartas a las familias de los alumnos afectados por los recortes en las que informan que los chicos no podrán seguir en el mismo centro concertado, reservándoles una plaza en un centro público. Trasvase puro y duro.

El mismo que intentaron, no hace tantos años, cuando fueron a por los colegios concertados mas voluminosos -entre otros, Codema e Inmaculada de Gijón, Santa María del Naranco de Oviedo y Paula Frassinnetti, Santo Ángel y San Fernando de Avilés-, todos con una demanda de alumnado abrumadora. Junto a mi compañero de sindicato y secretario general de USO- Avilés, Israel Castro, tuve la oportunidad de entregar una carta al expresidente Rodríguez Zapatero solicitando su mediación para paliar aquel injustificado ataque a los conciertos educativos en Asturias y al empleo en el sector. Únicamente conseguimos una hipócrita sonrisa y fueron las contundentes movilizaciones y las sentencias judiciales las que detuvieron al bulldozer, de forma que el Gobierno asturiano tuvo que hincar la rodilla y devolver las aulas suprimidas a los colegios.

Fue una época de indeseable enfrentamiento entre la red pública y la concertada, pues ambas son necesarias y deben complementarse. Contra la concertada se esgrimen argumentos que obvian que el dinero público sale del bolsillo de cada familia y en función de ello, es lógico que cada una tenga la opción de elegir el centro educativo que desee para sus hijos.

Resulta pueril la argumentación de que los colegios concertados no se instalan en las zonas rurales porque no es negocio y como consecuencia los niños que viven allí carecen de la libertad para elegir. Sería fantástico un plan de becas para mitigar este hándicap, pero lo que no tiene ningún sentido es igualar a la baja y negar una opción a la mayoría porque una minoría carezca de ella.

Hablando de negocio, quien sí ahorra dinero con los conciertos es la Administración. Al escribir estas líneas revisé el informe anual "Datos y cifras del Curso Escolar 2014-2015" del Ministerio de Educación, donde puede verse como el coste por alumno en los centros concertados se sitúa entorno a los 2900 euros/año, cifra alejada de la media de 6940 euros/año empleados para la financiación de una plaza en la red pública. Los colegios concertados se ven obligados a organizar actividades o a pedir aportaciones voluntarias a los padres para cubrir los gastos y el profesorado y el personal no docente a trabajar mas horas con un sueldo ostensiblemente menor.

En la actual andanada, se plantea el recorte a centros que superan o quedan a escasas décimas de la ratio tomada como referencia por la Consejería de Educación, exigiendo a la red concertada unos baremos que no cumplen el 50% de los centros públicos. Ahora, los colegios afectados presentarán sus alegaciones y los sindicatos que realmente defienden los conciertos educativos -no precisamente CC OO y UGT- convocarán movilizaciones y presentarán un recurso contencioso administrativo contra las medidas de la Consejería.

Mucha suerte y a seguir esperando que algún día llegue la libertad.

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