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Taza y media

Eloy Méndez

La promesa del Ministro

Íñigo de la Serna ya sólo puede pasar a la historia avilesina de dos maneras: como el Ministro que fue capaz de sacar adelante las infraestructuras más importantes para la ciudad en el primer cuarto del siglo XXI (con derecho a que su nombre figure en el callejero) o como un experto más en el arte de vender humo. Su discurso al presentar este lunes el proyecto para el soterramiento de las vías y el trazado de la ronda norte sonó a lo primero, aunque rehusara dar aún plazos y cuantías. Esta vez sí, parece que la cosa va en serio. Y no sólo por sus promesas, sino también por el alto grado de complicidad entre los gobiernos central, regional y local. La solución técnica de ambos planes ha sido pactada al margen de colores políticos y se percibe un optimismo inédito. Suena a éxito colectivo, aunque no equitativo, porque los millones correrán a cuenta de Madrid. Aun así, tras veinte años de palabrería, lo mejor será guardar el confeti para el día de la inauguración.

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