La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Vacunas

Los controles científicos ante el miedo a la muerte y a la enfermedad

La guerra comercial de la vacuna ha entrado en su fase final: si fuera gratis sería mucho más creíble. El simple anuncio de su próxima puesta en aplicación ha provocado la euforia en los mercados bursátiles. El miedo a la muerte y la enfermedad están causando estragos: hay quienes están dispuestos a usarla aunque carezca del mínimo control científico habitual; de lo que se trata es de ponerla, pase lo que pase y al precio que sea, caiga quien caiga. Despreciando el derecho a la seguridad y la salud algunos gobiernos, cumpliendo órdenes superiores, están pensando hasta en hacerla obligatoria como si fuera una versión moderna de la Santa Inquisición, lastrando a quien se oponga, haciendo creer a través de los instrumentos institucionales que quienes se nieguen a vacunarse agravan la salud de los demás creando , a propósito, una sociedad crispada, violenta y dividida de unos contra otros. Esa obligatoriedad en contra de la libertad es un atentado contra la Constitución, los derechos humanos y el principio de la autonomía de la voluntad .

La vida es un asunto muy delicado: todo cuerpo es diferente y cada organismo reacciona de una manera distinta ante la enfermedad.

En el supuesto de querer imponerla por decreto, para la salud de los ciudadanos sería mucho más efectivo obligar a dejar el alcohol, el tabaco, las drogas, las guerras, el exceso de comida y el egoísmo: el coronavirus y otras numerosas dolencias desaparecerían solos, no habría necesidad de ningún remedio sintético y artificial.

La mejor inmunidad es una vida sana y natural física, mental y espiritualmente. El que se quiere vacunar tiene todo el derecho del mundo a hacerlo, como lo ostenta quien se niega por ideas, capricho, deseo o buena información. No es oro todo lo que reluce ni verdadero todo lo que se oye.

Cuando el ser humano es víctima de la manipulación puede esperar cualquier cosa.

Hay que tener mucho cuidado con todo lo que ocurre. En nombre de la ciencia ha muerto mucha gente; en nombre de Dios se han cometido crímenes bestiales; en nombre de la libertad han sido suprimidos muchos derechos humanos: hay que mirar hacia arriba para ver más de lo que se ve.

Compartir el artículo

stats