Cabárceno (Cantabria),

V. DÍAZ PEÑAS

Si la reproducción y el embarazo del ser humano no son tarea sencilla, como puede atestiguar cualquier madre, para las célebres hermanas osas de los valles del Trubia, «Paca» y «Tola», tampoco se presenta como un episodio fácil. Esta especie ha sido escasamente estudiada en cautividad en este aspecto y las características de su cópula y de su gestación son bastante singulares. Si a todo ello se une la inexperiencia de «Paca» y «Tola» en estos menesteres, la primera prueba de fertilidad a la que se someterán estas osas en los próximos meses no se presenta como un jardín de rosas.

Esta primera experiencia, que tiene como objetivo final conseguir una reserva genética de oso pardo cantábrico puro, ofrecerá numerosas respuestas sobre la especie y sobre las hermanas. Además, abrirá el camino a futuras actuaciones. Con la situación estudiada al milímetro, la clave estará en que «Paca» y «Tola» entren en celo, algo que no han podido hacer hasta ahora por haber sido criadas en condiciones de aislamiento. El encargado de «solucionar» esta carencia ya está elegido y preparado en el parque cántabro de Cabárceno. «Furaco», un ejemplar con un alto nivel de testosterona y con gran cantidad y calidad de esperma, llegará el próximo lunes a Santo Adriano para ayudar en este proyecto.

El jefe de servicios veterinarios del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, Santiago Borragán, explicó ayer que la reproducción de las osas asturianas es un caso especial.

«Estos ejemplares no son normales. Su vida ha transcurrido en solitario y sin contacto con otros animales, así que no sabemos cómo se van a comportar ante la presencia de un macho y ante su posterior monta», explicó el veterinario.

Al igual que sucede con otras especies, los encargados de coordinar este primer proyecto, investigadores de la Universidad de León y veterinarios de Cabárceno, esperan que la presencia de un macho sirva para estimular el celo en las osas. «Las ovejas, por ejemplo, suelen vivir entre hembras, y para provocar su celo se las junta con un macho. Con los osos pasa algo similar. Su celo no es continuo, sino que se da en determinadas fechas. Esperamos que la presencia del macho haga ciclar a la hembra; y aunque "Paca" y "Tola" no tengan experiencia en su reproducción, «Furaco» hará las veces de experto y guiará a las hermanas durante el cortejo y la monta», explicó ayer Santiago Borragán.

Este macho natural de Cabárceno, cuyos ascendientes pertenecen a las poblaciones nórdica y de Europa del Este, viene para cumplir ese objetivo y ha sido elegido cuidadosamente. Su alto nivel de testosterona hará que se adapte fácilmente al nuevo cercado de Santo Adriano y que vaya «sin pensárselo dos veces a por las dos osas», como señaló el veterinario. Sus testículos ya producen esperma en gran cantidad, este año ha sido estudiado y ha resultado ser de gran calidad. Su madurez le hará evitar actitudes precipitadas durante el acto y con respecto a «Paca» y «Tola», que presumiblemente serán reacias a la monta, en un primer momento, según el veterinario.

Nadie duda de la efectividad del macho, pero, a la vez, todos se preguntan sobre la receptividad de las osas asturianas. Ésta es la principal incógnita, a la que hay que sumar las características especiales de la cópula y de la gestación de estos animales. Como explicó ayer el jefe del servicio veterinario de Cabárceno, Santiago Borragán, no está claro el modo de cubrición, pero la experiencia en el parque hace pensar que las osas necesitan de dos montas para acabar preñadas. La primera prepara el aparato reproductor de la hembra, que inicialmente no ovula. En la segunda, unos díez días después, se produce la fecundación.

No se sabe si el aparato reproductor de «Paca» y «Tola» funcionará adecuadamente y, además, no hay manera de conocer si están embarazadas. Como explicó el veterinario, el embrión no se desarrolla hasta octubre y los oseznos no aparecerán por el cercado hasta que finalice el período de hibernación, cuando tengan ya varias semanas de vida.

Pero todo son suposiciones, ya que el único que sabe lo que tiene que hacer en este primer paso en la reproducción de las osas de los valles del Trubia es «Furaco».

Lo siguiente será buscar la descendencia pura de oso pardo cantábrico, algo en lo que ya trabajan la Universidad de León y los veterinarios de Cabárceno. Más de cinco años avalan un proyecto de reproducción asistida con osos pionero en el mundo. Como explicó Borragán, están en condiciones de sacar semen a un oso pardo fértil, conservarlo e introducirlo en una hembra. No obstante, aún deben perfeccionar la parte que atañe a las osas, por su complejidad.

Pero, antes, las gemelas tendrán que entrar en celo y demostrar su capacidad para ser madres.