"Máxima emoción, mínimas diferencias... cuando las hubo"; así podríamos resumir la espectacular ronda de cuartos de final de la Copa de Asturias celebrada el sábado. Ya habíamos avisado de que todo era posible a cuatro tableros y con ocho equipos de nivel.
Cayó el Grupo Covadonga a manos de un bravo Mieres del Camino. Los gijoneses, vigentes campeones, no podrán defender la corona tras sucumbir en su feudo al empuje de los de la Cuenca: Enrique Álvarez y Samuel Castelao entablaron en el primer tablero, Daniel F. Triviño pudo con Lázaro Álvarez en el cuarto, pero los éxitos visitantes de los experimentados Ignacio Bajo y Sergio Menéndez sobre Miguel Marino y José Ángel Morán colocaron al Mieres en "semis".
También por 2'5 a 1'5 se resolvió el Siero-Ensidesa. Paso adelante el de los locales que, pese a ceder en el uno -Pelayo Quirós ante Francisco Javier San Claudio- se sobrepusieron con los parciales favorables de Vicente Alonso y Arabí Ahmed contra Fermín Jordi Fernández y Julio Bernal. Empataron Andrés Presa y Marcelino Corredor.
En un derbi ovetense lleno de alicientes, el Real Oviedo superó al GARMAT Oviedo 93', también por la menor renta posible. Liderados por Aitor Alonso, que derrotó a Francisco Javier Menéndez, y con el punto obtenido gracias al buen hacer de Sergio Fernández sobre Fernando Arroyo, los "azules", que están cuajando una temporada para enmarcar, se plantan en semifinales. De nada le sirvieron al GARMAT el esfuerzo de Juan Ramón Rodríguez obligando a inclinar el rey a su ex compañero Arturo G. Pruneda ni las tablas entre Antonio Acebal y Enrique Aparicio.
Aún más apretada resultó la eliminatoria entre el único "Segunda", el Pablo Morán y el CTD Ciudad Naranco. Fantásticos los primeros, que tuvieron en su mano la hazaña de eliminar a los favoritos y sólo el reloj les privó de ello. Con dos a uno en el marcador sonriendo al Morán -empates en los juegos Juan Manuel Acosta-Berna Blázquez y Pablo Martínez-Eduardo Peláez con victoria de Juan Carlos Cigales ante Alberto Sánchez- José Luis Fanjúl cedió, pese a lo favorable de su posición, en el toma y daca de los apuros con Daniel Otero, que sentía la presión pero con mucha fortuna consiguió igualar a 2. En el desempate blitz, la juventud del Naranco pudo ser un factor desequilibrante: dos y medio a uno y medio, para los naranquinos, que no merecieron pero tuvieron la suerte de cara. Gran Copa la del Pablo Morán de todas formas.
El próximo sábado la penúltima escena de esta película de auténtico suspense, y en la que todos quieren ser protagonistas, que es la competición copera, con un reparto de lujo: Mieres del Camino-Siero y CTD Ciudad Naranco-Real Oviedo, reserven sus entradas ya.