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Atletismo

Los diez hitos de Eddie Betts

El actual subcampeón mundial master de 400 metros vallas, que reside y se entrena en Oviedo desde 2003, relata su trayectoria atlética

Eddie Betts, delante de su academia de inglés. LNE

La tantas veces repetida frase que la vida es una carrera de obstáculos podía hacerla suya Eddie Betts, atleta y entrenador londinense de 44 años afincado en Oviedo desde 2003. Eso sí, matizaría el dicho y diría que en todo caso de vallas y de 400 metros, especialidad de la que es el subcampeón mundial master en la distancia, plata obtenida en Lyon (Francia) este pasado mes de agosto. Una prueba que aúna velocidad, resistencia y que todo aquel que pretenda completarla con éxito tiene que superar diez vallas. Como éstas.

Primera. "Yo era atleta de 800 metros en mi época junior. Tenía 1.51 en la distancia cuando en una prueba de liga mi club me convenció para que probara suerte en 400 metros vallas y corrí en 53 segundos. Decidí cambiarme de prueba. Llegué a ser quinto atleta en el Campeonato absoluto de Gran Bretaña y tercero en España".

Segunda. "En 2003 contacté con un atleta que había estado en la Universidad de Oviedo, Alfonso Badolatto, que me habló del club y de la ciudad. Yo había tenido una experiencia previa fuera de Inglaterra . Había entrenado seis semanas en Los Ángeles con atletas olímpicos y luego volví a Brent, que es mi barrio en Londres y de ahí a Oviedo".

Tercera. "Cuando vine a Oviedo no hablaba nada de español. En aquellos años había un gran grupo de atletas de 400 metros: Rubén Álvarez, César Martínez y Alberto González, que eran atletas de la Universidad. Alberto me ayudó muchísimo. Nuestra entrenadora era Ana y fue una época estupenda".

Cuarta. "No fiche de principio por el Universidad, aunque entrenaba en Oviedo. Me surgió la oferta del FC Barcelona, donde estuve entre 2003 y 2005, y a partir de 2005 ya fiché por el Universidad y hasta ahora".

Quinta. "Gracias a Neill Dunne, que también fue atleta del Universidad, fui a trabajar como profesor a la academia Picadilly mientras corría, hasta que puse mi propia academia este año. Se llama Queens Gate y está en la calle Fray Ceferino, 48 de Oviedo. Hacemos un poco de todo, preparamos para superar los exámenes de inglés y facilitamos estancias en Londres".

Sexta. "Nunca tuve en mente ser entrenador. Tenía curiosidad y estudié para mi propio conocimiento. Hasta que Carlos Fernández (campeón de Asturias) me pidió que le ayudara. Le dije que tenía que decírselo a su entrenador antes porque no me parece ético quitar atletas a otros entrenadores. Fue el primero y hoy somos ocho atletas del sector de vallas y velocidad y alguno de 800 metros. Ser entrenador y profesor tiene puntos comunes. Preparas a la gente, pero el resultado no depende directamente de ti y provoca muchos nervios. Al menos a mí".

Séptima. "Las lesiones están a la orden del día siendo atleta. De hecho este año estuvo plagado de lesiones. Gracias al equipo del fisio Elisardo de la Torre, otro atleta del Universidad, las supere y llegué en buena forma al Mundial, que fue en agosto. Para hacer una gran marca te tiene que acompañar también la salud. Yo cuando mejor me encontraba en mi época senior cogí una intoxicación y no pude bajar de 50 segundos para lo que me veía capacitado y me quedé en 50.49".

Octava. "El hecho de ser atleta veterano lleva como consecuencia que el cuerpo no recupere con la facilidad que cuando eras joven y surgen más lesiones. Es importante descansar bien para recuperarse de los esfuerzos. En un Mundial como el de Lyon hicimos tres carreras en tres días".

Novena. "En las competiciones internacionales represento a mi país, Gran Bretaña, pero en España he representado también a la Federación Asturiana. No pensé en que iba a quedarme a vivir en España. Asturias tiene todo (montaña, mar, sol, lluvia). Mi pareja es asturiana y estuvo conmigo en Lyon. Oviedo es del estilo de una ciudad inglesa y con un buen nivel de vida. Lo cierto es que mis amigos ingleses cuando vinieron por primera vez tenían la idea preconcebida de Oviedo como ciudad del Sur, y conocerla te sorprende".

Décima. "En el Mundial de Lyon pasé la última valla en cabeza, pero me superó un atleta francés en los últimos diez metros que tenía la mejor marca del año, y fui segundo con 55.34. Quedé muy satisfecho, pero como hasta ese momento iba primero... Si me respetan las lesiones, me gustaría batir el récord del mundo, que es de 55.19, y espero llegar a 2018 ya que hay Campeonato del Mundo y será en España, en Málaga".

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