El segundo acontecimiento deportivo de Estados Unidos después de la super bowl (final de fútbol americano) es la final de la liga universitaria de baloncesto.
Durante el mes de marzo, los equipos mejor clasificados de las conferencias juegan el torneo del KO, donde el equipo que pierde es eliminado y el que gana avanza ronda.
De todas las universidades que componen la primera división , más de 300, de la Asociación Atlética Nacional de Universidades , NCAA, sólo 68 compiten por ser campeonas. 31 de ellas acceden a las rondas finales tras haber sido campeonas en las diferentes conferencias y 37 restantes por selección meritoria que decide el comité de la Asociación Atlética Nacional de Universidades . Al final sólo una consigue ese objetivo. Lo maravilloso de esta competición es qué cualquiera puede ganar.
El baloncesto universitario es un deporte en el que se mueven millones de dólares. Hay unas reglas muy estrictas. Ningún jugador puede tener percepción salarial ni contractual. Son amateurs con dedicación exclusiva al deporte y al estudio. Durante los años de juego en su Universidad son los "ídolos" de las mismas.
En España simpatizamos generalmente con un equipo "profesional", en los diferentes deportes colectivos. En Estados Unidos la gente se identifica con la Universidad dónde estudia o la Universidad del área dónde reside, ha nacido,? o tienen algún otro vínculo que les pueda relacionar. Prueba de ello fue ver a Michael Jordan apoyando y viviendo en directo la final como un aficionado más de North Carolina. O en 1994 al presidente Clinton, por aquel entonces, apoyando a Arkansas, Universidad del Estado dónde había sido gobernador.
Cuándo por primera vez tuve contacto con jugadores americanos de cierto nivel, ellos siempre se identificaban con su Universidad. Recuerdo a Lou Roe, hablando de U Mass, Tom Wideman de Clemson, Antxon Iturbe de George Washington o Jared Prickett, presumir de sus dos anillos de campeón con Kentucky. Es muy común en todos ellos volver a "su" universidad para entrenarse en su tiempo vacacional.
Corría el año 1992, antes de los juegos olímpicos de Barcelona, y podía verse en Chapel Hill, la pista de juego de North Carolina, cómo Michael Jordan se entrenaba antes de la concentración de la Selección de Estados Unidos.
O cómo cada verano quedaban en el Adolph Rupp Arena, pabellón de la Universidad de Kentucky, Ron Mercer, Mohamed,? y Prickett para jugar baloncesto .
"Arci?what?", es lo que le pregunté a Jason Donnelly, el ayudante de confianza de Jay Wright, entrenador de Villanova, Universidad del Estado de Pensilvania. "Arcidiacono"? me volvió a repetir. Estábamos hablando en el año 2011 de este jugador. Acababa de ficharlo para ésta Universidad. Este año ha sido el mejor jugador de la final universitaria.
Ese año unos chicos de Asturias estaban en un campus de baloncesto en Maryland y Jason Donnelly les regaló a cada uno de ellos una camiseta de Villanova. En el 2009 jugaron la final four y la perdieron frente a North Carolina, uno de los mejores programas de baloncesto universitario del país. "Algún año volveremos a ganar el título". Y así ha sido. Año 2016 Villanova se ha proclamado campeón.
Es el segundo título universitario que consigue esta Universidad. El primero fue en 1985, equipo entrenado por Rollie Massimino. Uno de sus ayudantes ese año era Alfredo García, durante muchos años jefe de cantera de Baloncesto León.
En España todavía recordamos a John Pinone, Harold Pressley,? jugadores formados en Villanova, hoy el nuevo campeón tras "la locura de marzo" (MARCH MADNESS).