El rugby ha cambiado mucho en los últimos años. La diferencia entre un delantero y un tres cuartos se ha reducido tanto que ya no es sencillo distinguir a uno de otro por su aspecto físico. Los "gordos", como se suele denominar a los delanteros, han de estar en una forma física que les permita esprintar y llegar rápido a las abiertas. Los tres cuartos, por su parte, deben estar listos para golpearse, limpiar abiertas y no morir en el intento. "Como en todos los deportes se busca el jugador universal", explica Álex Fortea, entrenador del Real Oviedo Rugby que compite en el grupo A de División de Honor B, la segunda categoría del rugby español.
El Quince del Oso quiere dar ese paso al rugby moderno y ha elegido para hacerlo a Álex Fortea, exjugador del primer equipo y licenciado en INEF. Y la mejor forma de implantar un nuevo sistema es tirar de la gente joven que se ha formado en el club. Una manera también de reivindicar el trabajo que se viene haciendo en los últimos años con la cantera. Lo más sorprendente de todo es que en una temporada que en el club se habían tomado como de transición, con el objetivo de salvar la categoría, los resultados están siendo excelentes. Cuatro victorias y tres derrotas tienen al equipo asturiano quinto en la clasificación y dejando muy buenas sensaciones semana tras semana.
"Hemos subido a mucha gente y al principio tienes dudas. Fue una pena el fin de semana pasado (el Oviedo cayó 19-6 con El Salvador B) pero los resultados están siendo muy buenos. Han debutado ya nueve chavales, todos de la cantera, gente de la casa. Y no sólo los que han debutado, es que apenas tenemos gente mayor en el equipo, son casi todos muy jóvenes, salvo cuatro o cinco excepciones de jugadores más veteranos que además nos aportan mucho", explica el técnico de los ovetenses.
Uno de esos veteranos es Luis Alfonso Cano, "Willy", que además de jugar se encarga de entrenar a la delantera. En la tres cuartos le echa una mano Diego del Río. "Sin Willy sufrimos mucho en la melé, necesitamos también a esa gente con experiencia, con calidad, para que ayuden a un equipo tan joven; gente como Tato, Alfonso, Fon y Morán que ya tienen más partidos a las espaldas", añade el técnico del Quince del Oso.
Fortea explica que, dentro de las posibilidades del equipo, trata de implantar un sistema acorde con los tiempos que corren en el rugby: "Jugar en campo contrario, utilizar el pie, que los delanteros jueguen en la línea de quince, un poco más abiertos de lo habitual, abrir balones y ensanchar el campo".
Pero para conseguir esto no es suficiente con decirlo: hay también que entrenarlo. Eso significa tres o cuatro sesiones semanales en el campo y otras tres de al menos una hora en el gimnasio. "En el rugby moderno la gente tiene que estar bien físicamente, nosotros estamos en un pseudo profesionalismo porque esto requiere mucho esfuerzo y no tiene recompensa económica", añade el técnico.
Y para crecer también en ese sentido el Real Oviedo Rugby se está volcando en el trabajo fuera del terreno de juego. El club ha impulsado patrocinios con el Hotel La Zoreda, con Adidas, con el gimnasio Go Fit, un convenio de colaboración con el Real Oviedo de fútbol. Pequeños pasos que les permiten tomar algo de oxígeno en la siempre estrecha situación económicos del rugby español.
Pero además de patrocinios, el Real Oviedo impulsa otras iniciativas para crecer en masa social y para tener más fichas. "Estamos intentando dar un impulso a todas las facetas. El equipo femenino está consolidado, estamos haciendo un esfuerzo importante de captación, cuantas más fichas tengamos mejor para nosotros. Queremos ser más profesionales en las categorías inferiores, que no lleguen con carencias al primer equipo". Y es que en el rugby siempre hay que empujar con fuerza para avanzar metros.
