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Dos hermanos con puntería

Rebeca y Eduardo Bermúdez Cañón, que practican el tiro con arco desde la niñez, acaban de competir en la Copa del Mundo, celebrada en Marrakech

La familia Bermúdez Cañón ha practicado el tiro con arco desde siempre. Tanto Rebeca como Eduardo han tenido presente el arco y las flechas desde pequeños. Procedentes de una familia de arqueros, desde bien niños siempre han tenido una diana y un arco a los que apuntar.

Eduardo, de 18 años y Rebeca, de 25, tienen en el tiro con arco su gran pasión. Un deporte que exige mucha preparación y una precisión constante. "Entrenamos cerca de cuatro horas diarias", expone Rebeca. Su hermano va más allá, "son ejercicios constantes y mecánicos, casi siempre hay que repetir lo mismo", expone Eduardo. Todo para conseguir el objetivo, dar en el centro de la diana y sumar la mayor puntuación posible. Unos entrenamientos que exigen un elevado nivel de sacrificio en busca de la perfección.

Eduardo comenzó a competir en tiro con arco cuando contaba con siete años de edad. Siempre formó parte del mismo club, el Arconalón, y continúa con la misma ilusión del primer día. Se trata de una de las mayores promesas del panorama nacional, ya que a sus 18 años cuenta con un gran palmarés. Actualmente, Eduardo es el campeón de Asturias en categoría absoluta en sala. "Con esfuerzo y trabajo se consiguen las cosas", explica. Además, ostenta la quinta posición en el Campeonato de España al aire libre en categoría junior.

Por su parte, Rebeca también comenzó a lanzar desde pequeña. "Al principio era por afición", destaca. Sin embargo, por motivos académicos, Rebeca dejó apartado el tiro con arco durante una temporada. "Hace un poco más de un año lo retomé junto a Eduardo, estamos mano a mano, acudiendo juntos a competiciones", apunta. Rebeca Bermúdez ha experimentado una gran progresión desde que retomó el arco. La lavianesa logró el tercer puesto en el Campeonato de Asturias de sala, en categoría absoluta y en la modalidad de arco compuesto. Además, en el Campeonato de España al aire libre, disputado en Valladolid, Rebeca consiguió finalizar en la decimoctava posición.

El pasado 23 de noviembre fue un día especial para estos dos hermanos. Ambos viajaron juntos a Marrakech para participar en su primera Copa del Mundo. Ilusión y nervios fueron parte del equipaje de Rebeca y Eduardo.

Una prueba de fuego. Su primera competición en una prueba donde se darían cita los mejores lanzadores del mundo. El nivel era alto, pero los hermanos Bermúdez Cañón no defraudaron.

Rebeca consiguió finalizar en la decimoséptima posición en la modalidad de arco compuesto, siendo la segunda española. En Marrakech, la lavianesa tuvo mala suerte en los cruces. En la ronda de dieciseisavos de final se enfrentó a la eslovena Ellison Toja, con la que cayó por una diferencia de cinco puntos. Toja terminó llegando a semifinales y consiguió la medalla de bronce. "Es una experiencia increíble, solamente queda seguir trabajando para acudir a otra competición como esta", destaca la lanzadora.

Por su parte, Eduardo participó en la categoría junior. "Estaba nervioso antes de la competición", apunta. Sin embargo, el lavianés se muestra "contento" tras su participación, aunque admite que "esperaba algo más de mi". Eduardo Bermúdez finalizó en la cuarta posición en la modalidad de arco compuesto. En la ronda de cuartos de final, Bermúdez se midió al danés Kristensen Christoffer Hoffmann Hojberg, al que superó por dos puntos (138-140). En semifinales, su rival fue otro danés, Sume Rasmussen, quien venció al asturiano por 146-142. En el tercer y cuarto puesto, Eduardo tuvo que enfrentarse a Daniel Cobo, quien le venció por dos puntos (142-140). La medalla de bronce se quedó bien cerca en su primera participación en la Copa del Mundo.

Rebeca y Eduardo acuden juntos a las distintas pruebas. "Es un apoyo moral muy fuerte", destaca Eduardo. Para Rebeca, la presencia de su hermano también es fundamental "a la hora de entrenar, de acudir juntos a la distintas competiciones".

A pesar de su juventud, tanto Rebeca como Eduardo ya han dejado atrás la palabra promesa para convertirse en una realidad. El futuro del tiro con arco asturiano pasa por la pareja de hermanos Bermúdez Cañón.

Ahora esperan la siguiente competición. Este año solamente tendrán que hacer frente a pruebas clasificatorias para el Campeonato de Asturias y el Campeonato de España. Sin embargo, el plato fuerte tendrá lugar a comienzos de 2017, cuando estos lanzadores volverán a participar en una nueva Copa del Mundo. En esta ocasión será en la localidad francesa de Nîmes, donde acudirán con ilusión, ganas de competir y sobre todo la experiencia ya adquirida en Marrakech.

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