Las competiciones regulares están llegando a su fin en cada categoría y es hora de rendir cuentas, de hacer balance y echar la vista atrás y ver qué objetivos tenía cada equipo al inicio de campaña. En categoría juvenil hay dos conjuntos que llevan varios días celebrando un ascenso muy ansiado, muy buscado. Se trata del Grujoan y el Romanón, que la temporada que viene militarán en Liga Nacional juvenil. También ascendió el Navarro.
Histórico. Así definen en el club del Luis Oliver el salto de categoría del primer juvenil. De la mano de Alberto Tuñón, el Grujoan llega a Liga Nacional tras una temporada marcada "por la regularidad y la intensidad" de un bloque que además se lleva el título de campeón de Primera.
Era un ascenso muy ansiado, buscado. Así lo corroboran en la junta directiva, que ven en el logro connotaciones positivas al margen del plano deportivo. "El cambio de categoría supone un salto de calidad importante para el club y los jugadores", señala Pepe Rivera, presidente del Grujoan, que no puede ocultar su alegría por la hazaña conseguida. Tanto que, ya sea por la euforia del momento, ya piensa en retos mayores: "Ahora a por la División de Honor, me gustaría dejar el club con el juvenil en lo más alto", sostiene. Es consciente de que es un objetivo muy ambicioso, pero en el fútbol ya se sabe que todo puede suceder.
Alberto Tuñón es uno de los culpables de que el Grujoan juegue la próxima temporada en Liga nacional. El técnico, que suma ya seis ascensos en distintas categorías, se quita mérito y señala las claves del salto a Liga Nacional: "Intensidad, regularidad y una pizca de suerte".
Tuñón, que no seguirá en el club la próxima campaña, llegó al Grujoan de la mano de Richard, coordinador, hace dos campañas. Ambos ya habían coincidido en el Caudal, club con el que el técnico también consiguió otro ascenso en categorías inferiores.
Echando la vista atrás, Tuñón recuerda como "cuando llegué le dije al presidente que venía para lograr el ascenso a Liga Nacional y me miraba como si fuera un marciano". Una frase que se recordó hace apenas unas jornadas cuando el Grujoan logró el ascenso.
Al margen de anécdotas, nadie duda de que el club del Luis Oliver se merece el ascenso. "Hicimos una buena temporada donde se nos pusieron muchas cosas de cara",explica. Y es que, como dice el propio Tuñón, "ganamos en campos complicados como el del Romanón y el Navarro y no tuvimos lesiones importantes".
Detrás de este ascenso hay mucho trabajo y sacrificio, algo que recuerda el entrenador: "En pretemporada entrenábamos todos los días". Ahora, Tuñón buscará nuevos retos. "Nunca estoy más de dos temporadas en un club", dice. El preparador se va, pero ha dejado su impronta, su sello, en un club que ha escrito una nueva página en su historia.
Otro de los técnicos que no puede ocultar su satisfacción es Luis Valbuena, del Romanón juvenil, club que retorna a la categoría tras varias temporadas. "Es la recompensa al trabajo de toda la temporada", indica Valbuena, que añade que "el Romanón por historia y por club debe estar en Liga Nacional".
Para el técnico del club de Siero la clave del éxito de esta campaña estuvo "en el trabajo de los jugadores desde el primer día, que se creyeron que podían ascender incluso cuando caímos a la quinta plaza de la clasificación".
El Romanón llevaba varias campañas buscando este ascenso, por lo que cuando lo consiguió de manera matemática "la alegría de los jugadores fue inmensa". A corto plazo, Valbuena prefiere no hablar de futuro y centrarse "en disfrutar del ascenso".
Nadie duda de que tanto el Grujoan como el Romanón (también el Navarro) se merecen este ascenso. Para muestra solo hace falta echar un vistazo a sus números. Y es que la regularidad es condición básica para lograr este objetivo y ambos conjuntos lo han demostrado a lo largo de toda la temporada. Ahora, solo toca disfrutar de la nueva categoría.
